La Casa del Poble de la Font de la Figuera vuelve a las manos del pueblo

El ayuntamiento formaliza la compra del edificio al Ministerio de Trabajo por 30.197 euros y habilitará el espacio para el uso de los vecinos

Autoridades durante la firma del contrato de compra

Autoridades durante la firma del contrato de compra / Levante-emv

Natalia Moscardó

Tras mucho tiempo de lucha y reuniones entre el Ayuntamiento de la Font de la Figuera y el Ministerio de Trabajo -anterior propietario-, la Casa del Poble ha pasado a formar parte del patrimonio municipal.

El principal motivo de seguir insistiendo en el proceso de compra durante estos años ha sido porque se trata de "un inmueble hecho por los habitantes del pueblo", según explica el alcalde, Elio Cabanes. "Se construyó en tiempos de la posguerra, cuando los vecinos, después de sus trabajos, invertían su tiempo en la construcción de la casa”, precisa el primer edil.

Uno de los primeros objetivos del ayuntamiento es su rehabilitación para el uso y disfrute de los habitantes de la localidad. La reforma contempla la mejora de una de las partes del inmueble, mientras que la zona más afectada por el paso del tiempo será derribada.

La Casa del Poble

La Casa del Poble / Levante-emv

En un primer momento, un informe técnico municipal valoró el edificio en alrededor de 73.877,14 euros. Más tarde, el Ministerio emitió un contrainforme en el que cifraba la tasación del inmueble en 111.974,30 euros.

Sin embargo, pasados varios años desde el inicio de las negociaciones, un nuevo estudio del consistorio valoró la propiedad en alrededor de 30.000 euros, dado el importante deterioro que ha sufrido su interior y exterior. El Ministerio se ha mostrado de acuerdo con esta última cifra, ha aceptado el trato y finalmente el gobierno municipal de la Font de la Figuera ha adquirido el inmueble por 30.197,94 euros.

Este edificio pasará a ser un local de reunión para juntar al municipio, donde tendrán lugar diferentes actos del pueblo, y servirá como punto encuentro para los vecinos. Las dos plantas se habilitarán de manera que tanto los residentes de la Font como las diferentes asociaciones locales vuelvan a tener la posibilidad de hacer uso de las instalaciones.

El inmueble fue construido en los años 40 y se asienta sobre un solar de 455 m², con entrada principal por la calle Historiador Ros, y con otra fachada posterior a la Calle Molí. El edificio funcionó como local social municipal durante muchas décadas, con unas instalaciones aptas en su momento para la realización de proyecciones cinematográficas, con aseos y barra de bar.