La regidora de Cultura de Xàtiva, María José Pla, visitó ayer el sótano del Centre Cultural (CCX) para rebatir las acusaciones del PSPV y mostrar a los medios que el espacio, objeto de polémica en los últimos días, se encuentra «en perfecto estado». No hay rastro de las filtraciones señaladas por los socialistas y el ascensor funciona perfectamente. Lo que sí es cierto es que el garaje, que costó más de 400.000 euros y no figuraba en el proyecto inicial del edificio, no está cumpliendo la función para la que fue diseñado y ejecutado, con posterioridad a la inauguración de 2011. Desde el año pasado, sin embargo, no puede decirse que no se esté aprovechando, puesto que es el laboratorio donde los alumnos del ciclo de Rehabilitación y Obra Interior del IES Simarro desarrollan sus prácticas. El instituto solicitó al ayuntamiento un local para estas actividades después de que, el curso pasado, el ciclo de Edificación de Obra Civil y Topografía estuviera a punto de ser cancelado por el bajo número de matriculaciones. Ante las pegas planteadas por la Conselleria de Educación para mantenerlo, el IES propuso la alternativa de reducir en contenido el módulo y desplazarlo al CCX, sin coste extra para la administración autonómica. La petición fue aceptada. Esta situación se ha mantenido durante este curso y previsiblemente lo hará hasta el mes de junio. El garaje se ha convertido en un campo de pruebas donde los estudiantes hacen y deshacen tabiques y han construido algunos cuartos a l os que, según avanza Pla, se les dará utilidad. Al margen de eso, la edil asegura que a partir de verano, los usuarios podrán volver a disponer del sótano, que antes de ser empleado por el Simarro servía a los diferentes colectivos que usan el CCX para guardar algunos de sus instrumentos. En todo caso, Pla recalca que el «párking» no se usa como tal porque en el aparcamiento exterior «caben perfectamente los vehículos de los usuarios». El subterráneo apenas tiene capacidad para14 coches, observa la edil, que acusa al PSPV de «manipular» porque «llegan elecciones» e incide en que el ascensor funciona desde enero de 2014, cuando se reparó la avería, al igual que se arreglaron las filtraciones con la instalación de unas rejillas para contener la entrada de agua.
