Vuelven las mascarillas a Requena y sus aldeas: "El olor es insoportable, llega a dar angustia"

Los vecinos de San Antonio de Requena, donde está la planta incendiada, temen que el fuego dure muchos días más y reclaman acciones para atajar el incendio

Una vecina de las localidades afectadas por el incendio de San Antonio porta mascarilla

Una vecina de las localidades afectadas por el incendio de San Antonio porta mascarilla / Fernando Bustamante

Marina Falcó

Marina Falcó

Parecían olvidadas, pero no. Las mascarillas FFP2 esas que nos acompañaron durante muchos meses por la pandemia de coronavirus han vuelto a las calles de Requena y de San Antonio de Requena debido al incendio que está arrasando una planta de residuos ubicada en esta aldea. Desde el lunes los vecinos de estos municipios deben convivir con una nube de humo que sobrevuela sus cabezas y "un olor insoportable a plástico", tal como lo define Montse, vecina de San Antonio.

Y es que pese a que siguen las recomendaciones dadas desde la Conselleria de Medio Ambiente y del ayuntamiento, como son no practicar deporte al aire libre, evitar permanecer fuera de casa y utilizar mascarillas FFP2, la pestilencia se cuela por todas las rendijas y en el interior de las viviendas también se nota el olor. "Las ventanas de casa están cerradas y aunque la casa empieza a oler a cerrado es imposible ventilar", explica Montse.

La intensidad del mal olor varía según la dirección del viento. "Ayer por la noche y esta mañana era tremendo, al mediodía parece que se ha disipado un poco", sigue narrando la vecina, sin embargo si en San Antonio desciende un poco, en Requena se incrementa el olor. Tanto que hay vecinos que llegan a utilizar la mascarilla porque la peste "llega a provocar angustia".

No es la primera vez que se incendia la planta

Según ha explicado Montse a este periódico, no es la primera vez que esta planta padece un incendio. Lo que ocurre es que hace unos años ese almacén solo guardaba restos de poda y limpieza de los montes y el fuego duraba pocas horas o días. Hoy, no le ven fin a las llamas.

"No sabemos cuánto tiempo va a estar ardiendo aunque nos tememos que bastantes más jornadas", cuenta preocupada Montse. Por el momento los residentes de la zona están empezando a inquietarse no solo por el olor sino también por el humo que envuelve a las localidades. A este respecto, Medio Ambiente está llevando a cabo controles diarios de la calidad del aire de la zona, pero un ligero temor a los materiales que se desprenden de esta combustión sigue presente.

"Deberían tomarse medidas para atajar el incendio", sentencia Montse, cuyas sobrinas acuden a un centro escolar de San Antonio y como el resto de escolares permanecen confinados en sus aulas sin practicar Educación Física, sin salir al patio en el recreo y con sus cubrebocas.

Más de 100.000 metros cúbicos de plástico

Tal como ha publicado Levante-EMV, en la planta de residuos hay almacenados más de 100.000 metros cúbicos de plástico amontonado que alcanzan los siete metros de altura. El fuego está controlado pero tampoco puede extinguirse.

Las llamas no pararán hasta que se eliminen todos los residuos almacenados ya que los bomberos no pueden apagar el fuego al tratarse de material altamente combustible como plásticos, cartones o materia orgánica.