La excavación en València la Vella desvela una posible reocupación musulmana en el siglo VIII

Los nuevos hallazgos arqueológicos en el poblado visigodo identifican los muros de un gran edificio de 28 metros y otro espacio residencial con una gran chimenea 

Trabajos de excavación en una de las murallas

Trabajos de excavación en una de las murallas / ICAC-CERCA y Ajuntament de Riba-roja de Túria

Cèsar Garcia Aleixandre

Cèsar Garcia Aleixandre

La novena excavación arqueológica realizada este verano en el yacimiento visigodo de Valencia la Vella, Bien de Interés Cultural en Riba-roja del Túria, han desvelado gracias a nuevas evidencias y hallazgos que la primigenia ciudad amurallada pudo ser reocupada posteriormente durante el siglo VIII por un asentamiento musulmán.

Los trabajos, coordinados por Albert Ribera con la dirección arqueológica de Òscar Caldés y Josep Maria Macias, han permitido identificar los muros de delimitación oriental y meridional de un gran edificio, de más de 28 metros de largo, además de estudiar el sistema de cimentación de la muralla exterior en este sector y determinar los canales de circulación interior entre los barrios de la ciudad, ya atestiguados por una escalinata en 2023 y ahora por una rampa, bloqueados ambos en un periodo posterior, tal vez de "los inicios de una etapa de la presencia islámica que empieza ahora a manifestarse", aseguran desde el consistorio en un comunicado, una vez concluida la campaña de junio y el séptimo Curso de Arqueología Cristiana y Visigoda de Valencia La Vella, realizado desde el 1 de julio y que ha culminado este viernes.

Otra de las investigaciones apunta a la identificación de un posible espacio residencial con una gran chimenea, alrededor de la cual se han documentado numerosos restos de piezas destinadas a la alimentación, quemadas durante su proceso de cocción. También destaca la elevada concentración de caracoles que refleja su elevado consumo. Esto incide en la idea que, durante el siglo VII, la ciudad perdería su función militar original, y, poco a poco, se fueron ocupando los espacios contiguos a la muralla.

A nivel material, la excavación ha permitido la recuperación de numerosos restos de vajilla visigoda, así como evidencias cronológicas de consumo que indican una "ocupación residual" pero todavía por determinar, durante el inicio del periodo andalusí o en el siglo VIII. A pesar de que la ciudad parece abandonarse durante el siglo VIII "no se descartan otras ocupaciones musulmanas posteriores y esporádicas durante este periodo, aunque de marcado carácter agrícola", destacan los expertos.

Intervención en la plataforma intermedia de la ciudad

La excavación arqueológica de este año, realizada por el grupo de expertos y estudiantes del curso, ha consistido en el desarrollo de extensos trabajos de rebaje mecánico de los niveles agrícolas contemporáneos con la finalidad de adecuar las áreas de excavación que se tendrán que llevar a cabo en los próximos cuatro años.

En concreto, se ha intervenido en la plataforma intermedia de la ciudad, justo al lado de la muralla exterior e interior, que la separa del barrio inferior. Esta actuación permitirá la ampliación futura del área museográfica y, desde el punto de vista arqueológico, determinar el carácter funcional del sector y obtener contenidos para el desarrollo del relato histórico del yacimiento.

Grupo de alumnos y expertos con el alcalde Raga

Grupo de alumnos y expertos con el alcalde Raga / ICAC-CERCA y Ajuntament de Riba-roja de Túria

Todas estas evidencias demuestran que la construcción de la primera ciudad "estuvo perfectamente planificada", especifican los expertos. No fue únicamente un centro militarizado con unas imponentes murallas defensivas y una urbanización en terrazas, que se adaptó, a la vez que transformó evolucionando y transformándose a lo largo del tiempo en un asentamiento de funcionalidad más cotidiana.

Vajillas de mesa del norte de África

En cuanto a la fase visigoda se han recuperado evidencias de ánforas y de vajilla de mesa procedente el norte de África, un cuello completo de una botella de vidrio, una hebilla o placa de cinturón visigoda y numerosos restos de consumo.

El alcalde de Riba-roja, Robert Raga, ha mostrado su satisfacción por los resultados de la actual campaña, ya que "las excavaciones siguen hilvanando la historia de las diferentes civilizaciones que han pasado por nuestro territorio, que nos permitirán crear un relato que nutra el futuro Centro de Interpretación Arqueológica de Valencia La Vella, único en España y uno de los pocos testimonios históricos de la época visigoda que existen”.

Formación especializada

El séptimo Curso de Arqueología Cristiana y Visigoda de Valencia La Vella se ha desarrollado gracias al convenio marco firmado por el Ayuntamiento de Riba-roja de Túria y el Institut Català d’Arqueologia Clàssica en 2016. En esta novena excavación del yacimiento, han participado alumnos y alumnas de diferentes universidades europeas, que han tenido la oportunidad de conocer de cerca la metodología básica de excavación y de análisis arqueológico, así como formación orientada específicamente a la arqueología tardo antigua, su cultura material y su problemática histórica.

Durante estas dos semanas, los estudiantes han combinado el trabajo de campo en el yacimiento con tareas de análisis de resultados, así como distintas actividades paralelas, como sesiones teóricas y visitas a yacimientos del entorno.

El curso ha alternado la excavación con tareas de lavado, siglado y catalogación de los restos encontrados, visitas a yacimientos tardoantiguos de la zona y algunas conferencias sobre aspectos del mundo visigodo y cristiano. Además, mostraron al público los resultados de sus trabajos en la jornada de puertas abiertas que se llevó a cabo el pasado 17 de julio en la que participaron de medio centenar de personas.

Más trabajos hasta agosto

Paralelamente, en la segunda quincena de junio se llevó a cabo una campaña preliminar de excavación y limpieza gracias a la subvención del área de Cultura de la Diputació de València.

Las excavaciones continuarán tras el curso hasta principios de agosto, en virtud a la colaboración iniciada con las Universidades de Newcastle (Inglaterra) y la Friedrich-Alexander-Universität Erlangen-Nürnberg (Alemania), con un grupo de estudiantes ingleses.

Tras un breve paréntesis, las actuaciones se reanudarán en octubre con la probable participación de la referida universidad alemana.