De la ola (de calor) a las olas (del mar): las playas de València, colapsadas

La primera ola de calor es inminente. Hoy mismo, jueves 18 de julio, en los diversos puntos que conforman la geografía de la Península emergen paulatinamente los primeros indicios de esta ola calorífica que, a nuestro pesar, se mantendrá vigente hasta el sábado. Para colmo, sabemos también que, una vez concluya, nos toparemos con la calima.

La calima es un fenómeno meteorológico generado en la atmósfera. Este se caracteriza por contener partículas sólidas de ínfimo tamaño que se encuentran en suspensión. Su numerosa cantidad produce que el aire adquiera un aspecto opaco.

La Comunitat Valenciana es una de las que no va a poder escapar de esto, más aún teniendo en cuenta los 214 municipios que se han declarado hoy en alerta roja, obligando a los más afectados a habilitar espacios para enfrentar el calor.

Previsiones contra el calor extremo

La prioridad ahora mismo, qué duda cabe, es protegerse del exacerbante calor que se vierte sobre nosotros. Para ello, los valencianos y valencianas cuentan con una reserva efectiva que les permite enfrentar este temporal y -además- divertirse o descansar: Las playas.

Las opciones de playas, ríos y/o cascadas en la provincia son múltiples. Si nos centramos en la Comunitat Valencia, prácticamente infinitas y de gran prestigio. Y en cualquiera de los casos suponen espacios que nos dan la oportunidad de refrescarnos y olvidarnos -en el lapso de tiempo que nuestro cuerpo permanece sumergido- del irrefrenable calor que nos cubre permanentemente.

Las zonas de baño más peligrosas de Valencia

En lo que respecta a las playas, hoy ha habido una inconfundible ganadora...

¿Qué ha ocurrido en la Playa de Las Arenas?

Así es: La Playa del Cabañal (o de Las Arenas) se ha convertido en el escenario elegido para la amalgama de personas que hoy, ante el principio de esta jornada calurosa que nos acompañará los -por lo menos- tres próximos días, ha tratado de escapar furtivamente del sofocante calor.

El resultado, pues, no ha sido otro que el apreciado en las fotos. Centenares de sombrillas clavadas en la arena, agrupaciones de bañistas que se adentran en el mar y congregaciones de personas que cubren, en conjunto, la totalidad de los 240 metros que conforman la estructura de esta emblemática playa.

Conviene recordar que hay otros motivos que pueden haber llevado a la gente a este lugar, como pueden ser los numerosos restaurantes de los que dispone, el -antaño- balneario de Las Arenas (ahora reconvertido en un lujoso hotel de cinco estrellas), el largo paseo jalonado de las palmeras y, como no, el ocio nocturno. Este último es uno de los más frecuentados en el período que comprende desde abril hasta octubre.

En definitiva, resultará esencial encontrar salvoconductos del calor en el devenir de los tres días que quedan por delante, por lo que resulta tan esperable como necesario que los espacios naturales de agua que contiene la ciudad -empezando por las playas- se llenen masivamente.