Doce semanas consecutivas de pérdidas en los embalses del Júcar

La situación de los embalses de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) sigue a la baja. Doce semanas consecutivas. Las precipitaciones puntuales que se han dado a lo largo de la Comunitat Valenciana no han servido para frenar el declive en las reservas de agua. El balance semanal del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) señala que se han perdido 28,84 hectómetros cúbicos (hm3), quedando la capacidad total del sistema por debajo de la mitad. Ha pasado del 50,84 % al 49,4 %. Tan solo el pantano de Cortes II, Sichar y El Molinar han ampliado su embalsado. Sin embargo, no hay previsión de lluvia, por lo que la tendencia seguirá siendo decreciente salvo sorpresa.

El sistema de la CHJ tiene una capacidad máxima de casi 3.000 hm3. La distribución se completa mayoritariamente en seis embalses de mayor tamaño que superan los 100 hectómetros. El que más agua puede albergar es el de Alarcón (1.118) y está a dos tercios de su capacidad (694,77), al igual que el de Contreras (226,01). Cortes II también está en positivo, a más del 90% (108,54). En cambio, Benagéber, está por debajo de la mitad, y Tous-La Ribera y Arenós, más críticos, a un tercio y una quinta parte respectivamente.

Una pequeña alegría

El dato positivo destaca en el Complejo de Cortes, que ha aumentado sus reservas en 0,05 hm3. El Molinar y Cortes II han sumado. Pero es muy poco y nada contrarresta la tendencia decreciente en toda la demarcación. Y la previsión de lluvias es nula. Asimismo, el aumento de las temperaturas propicia una mayor evaporación del agua, lo que indica que la dinámica para las próximas semanas será la misma o peor.

Alarma en las reservas

El de Ulldecona en el Sistema de la Sénia y el del Algar en el Sistema del Mijares están por debajo del 1%: 0,62 y 0,18 respectivamente. Como consecuencia de la mala situación de los embalses, la CHJ ha planteado la retirada de peces de las aguas. El objetivo es extraer 160 toneladas: 90 en Beniarrés, 43 en Bellús, 25 en Ulldecona y otras 2,6 en María Cristina. La razón es evitar una explosión biológica. Por ello se quiere capturar especies alóctonas y conservar las autóctonas.

Un año de descensos

La situación de los embalses de hace un año era mejor que la actual. Estaban al 55,56 %, hoy al 49,4. Además, el agua se encontraba más repartida entre los sistemas de Alicante, el Júcar, Túria y los de Castellón. Sin embargo, el primero ha pasado del 58,66% al 16,42; el del Túria, de 72,56 puntos a 44,87 y el sistema de Castellón, de casi la mitad a una quinta parte; y el Júcar ha crecido un poco, de 53,81 a 54,05. El balance anual es negativo.