Natàlia Enguix: "No nos escondemos: hacemos política con una ideología"

La vicepresidenta de la diputación, en el aniversario del pacto con el PP, reivindica la sintonía con Mompó, el espacio de Ens Uneix y sus políticas progresistas

"La ruptura de Vox no nos afecta. Para los presupuestos aún queda mucho", señala

Entrevista a Natàlia Enguix

J. M. López / A. Iranzo

José Luis García Nieves

José Luis García Nieves

La diputada provincial de Ens Uneix, Natàlia Enguix, fue la gran protagonista hace un año, en el pleno de investidura de la Diputación de Valencia. Convertida en vicepresidenta en alianza con el PP tras fracasar la negociación con los socialistas, en esta entrevista repasa el momento actual y los escenarios de futuro.

¿Qué tal este primer año con Vicent Mompó?

La relación es buena. Habíamos coincidido cuando era presidente Jorge Rodríguez. Me daba la sensación de que era una persona que iba de cara. En la primera reunión que tuvimos [para negociar la investidura] pensé que ‘teníamos un problema’. Hasta entonces yo tenía más o menos claro que quería pactar con el Partido Socialista, porque nosotros venimos del PSPV y soy una persona de izquierdas, y cuando lo conocí a él la verdad es que dije: ‘Pues me ha cambiado la imagen del PP’. Al final los partidos también los hacen las personas y la verdad es que la relación ha continuado igual de bien.

Durante este año la oposición ha mantenido la expectativa de una moción de censura. ¿Qué tendría que ocurrir para que se diera ese escenario de fractura con el PP?

Nosotros dijimos que en el momento en que entrara Vox a gobernar en la Diputación, nosotros nos saldríamos. Nosotros nunca vamos a gobernar con Vox. Y luego que se cumpla el pacto: las inversiones que van dirigidas a Ontinyent y a la Vall d'Albaida. Y también podría suceder que me impidieran llevar a cabo políticas que para mí son esenciales, como Igualdad, Memoria Democrática o incluso Cooperación Internacional.

¿Teme que la crisis de PP y Vox comprometa la estabilidad y los presupuestos de su gobierno? No sé si este cambio acerca ese escenario de moción de censura.

No gobernamos con VOX en la diputación y, por tanto, no nos afecta. Para los presupuestos aún queda mucho. Ahora estamos centrados en ejecutar el de este año. La salida abrupta de VOX del Consell lo que demuestra es que sus intereses no son los de la ciudadanía. Los partidos políticos existen como herramienta para llegar a gobernar y producir cambios en la sociedad. Saliendo del Consell, Vox ha evidenciado que no es un partido de gobierno y, por tanto, no responde al interés general.

¿Ese acuerdo de inversiones para la Vall d’Albaida (15 millones) ha generado suspicacias en otras comarcas y alcaldes?

Los alcaldes entienden que somos un partido comarcalista y que miramos por nuestra comarca y por Ontinyent, igual que cuando los alcaldes vienen aquí a pedirnos ayuda o cuando reivindican las inversiones que necesitan para su municipio, están pensando en su pueblo y en la comarca. Estamos aquí gracias a la gente de Ontinyent y de la comarca de la Vall d' Albaida. Estamos aquí porque somos responsables y porque creemos que la política tiene que ser útil para los ciudadanos. Y somos, sobre todo, también responsables, porque no solo estamos ejerciendo ese acuerdo sino que nos creemos lo que estamos haciendo, nos creemos las áreas que gestionamos. Y por mucho que se nos critique o por mucho que intenten vender que no tenemos ideología, por supuesto que la tenemos. En nuestro día a día definimos quiénes somos, no nos escondemos y para eso también tenemos que tener muy claro que estamos aquí por Ontinyent y por la comarca de la Vall d' Albaida y porque estamos llevando a cabo unas políticas públicas con una ideología.

Jorge Rodríguez utilizó una metáfora sobre el acuerdo con el PP. Cuando no te casas por amor, te casas por dinero. ¿Ha surgido el amor?

Nosotros no somos amigos, sino que nos respetamos. Yo tenía amigos en la otra parte. Tenía amigos en el Partido Socialista que consideraba que eran amigos míos. Cuando llegó el momento crucial de tomar una decisión, pudo más la política que el amor. Yo siempre digo que nuestro pacto funciona bien porque hay respeto. Es evidente que nosotros pensamos de manera diferente en cuestiones que consideramos tanto él como yo que son importantes. Pero por supuesto que nos íbamos a casar con dinero, tanto con unos como con otros. Nosotros estamos aquí para conseguir que a Ontinyent le vaya bien y a la comarca de la Vall d' Albaida le vaya bien. El amor significa que hay respeto por las dos partes, aunque tengamos una ideología diferente. Y yo creo que eso lo hemos conseguido nosotros ahora. 

Usted coordina en la provincia de Valencia el proyecto Unión Municipalista, una alianza de partidos independientes para ganar influencia en 2027. ¿Hay agua ya en la piscina? 

Tenemos claro que los partidos municipalistas tienen que tener más representación en las diputaciones. Vamos a trabajar sobre todo en clave comarcal, pensando en 2027 en la Diputación de Valencia y por supuesto, Castellón y Alicante. Pero nuestro objetivo son los pueblos y la Diputación de Valencia. Las Corts lo vemos un poco lejano. Ahora mismo, conforme está la ley, vemos bastante complicado que podamos tener una representación a nivel autonómico. Tenemos los pies en el suelo y queremos trabajar donde veamos que hay posibilidades de llegar a algo.

¿Qué modelo de diputación tienen en la cabeza? En la coalición conviven diversas visiones.

Queremos una diputación comarcalista que esté presente en el territorio, que se vea que la diputación existe porque durante muchos años ha quedado invisibilizada y nosotros queremos que esté próxima a los municipios. Por eso estamos trabajando mucho en el proyecto de oficinas comarcales, porque pensamos que la Diputación tiene que salir de la capital, tiene que acercarse a las comarcas y ser útil para los municipios y sobre todo cercana. Por otra parte, en Ens Uneix estamos haciendo un trabajo muy importante para que sea una administración, una institución transparente y objetiva. Para mí es fundamental dejar asentadas las bases de las áreas que yo gestiono en cuanto a la distribución del dinero. Es muy importante dejar asentadas unas ayudas por concurrencia competitiva en todas las áreas en las que yo trabajo, con unos criterios que en muchos casos son nuevos, porque, por ejemplo, en diversidad no existía una línea de ayudas dirigidas a los municipios de menos de 15.000 habitantes. En Igualdad hemos eliminado los convenios singulares y hemos incrementado la partida destinada a subvenciones tanto a ayuntamientos como a entidades. En el Pla Obert d’Inversions hemos hecho un cambio muy importante en ese modelo para que los alcaldes tengan más fácil su tramitación y para que cuando finalice la legislatura, las inversiones estén realizadas y no suponga un esfuerzo sobrehumano como parecía que suponía ahora el poder invertir en tu municipio con con dinero de la Diputación.

Natàlia Enguix.

Natàlia Enguix. / JM López

Hablando de ayudas a los municipios, ¿tiene sentido que la diputación esté financiando a una ciudad como València, que tiene el doble de presupuesto, que tiene las cuentas saneadas y que baja impuestos?

Es un tema que siempre tenemos sobre la mesa. Tenemos que ser justos porque València es un municipio que forma parte de la provincia. En la política tributaria y fiscal de cada municipio yo no me voy a meter, pero sí que es verdad que tiene un presupuesto mucho mayor que los municipios pequeños o incluso los municipios de 50.000 habitantes. Y ahí hay que hacer una reflexión importante y es verdad que nosotros también hemos empezado a incidir en eso, ya hemos empezado a hacer un reparto diferente en el Fondo de Cooperación para València capital. Ahora mismo no hemos sacado el plan de inversiones para municipios de más de 50.000 habitantes, porque como dijo el presidente el otro día, estamos viendo si son capaces de gestionar lo que tienen pendiente.

¿Qué opina de la Ley de Concordia?

No la comparto. Nosotros ahora mismo estamos trabajando bien con la Ley de Memoria Democrática que tenemos en la Comunitat Valenciana. Si lees la Ley de Concordia, quieren equiparar a la República con la dictadura franquista o con la Guerra Civil. Y yo creo que no podemos entrar en ese blanqueo. Está más que comprobado que la mayoría o casi toda la gente que fue asesinada no había cometido ningún delito.

¿Puede tener algún impacto en sus competencias la entrada en vigor de esa ley?

Si entra en vigor la ley de Concordia siempre nos quedará la ley estatal de 2022. También es verdad que el Gobierno de España se tiene que poner las pilas porque nosotros también llegamos hasta donde llegamos. El registro que se tendría que llevar a cabo todavía está pendiente. En muchos casos estamos haciendo mucho más desde la Diputación de Valencia de lo que se está haciendo ya no solo a nivel autonómico, sino también a nivel estatal.

¿Qué pensó cuando vio por segunda vez a militantes del PP pedirle a Mompó que que hablase en castellano?

No lo entiendo. Pienso que la lengua lo que tiene que hacer es unir y no desunir. Al contrario, nosotros estamos en una comunidad autónoma en la que tenemos la suerte de compartir dos lenguas oficiales, y al final, la lengua, la hables más o menos forma parte de tu identidad, porque todos nos hemos criado prácticamente con las dos lenguas y la mayoría de las casas hemos cohabitado con el castellano y con el valenciano. Para mí la lengua es riqueza en general, y más si es una lengua propia de tu tierra y forma parte de tu cultura. Creo que el PP, esa parte del PP que piensa que la lengua desune, debería pensar que tenemos suerte de tener también líderes políticos que utilicen el valenciano en su día a día. Es verdad que esto no viene de ahora. Yo no estoy culpando a las personas a nivel individual del PP que tienen esa imagen de que la lengua desune, sino que esto es una batalla política, ideológica de hace muchos años. Como la lengua se ha utilizado siempre dentro de esa batalla ideológica para separar a la sociedad, tenemos el fruto de muchos años de esa lucha.

El pasado domingo Francia pudo quedar en manos de la extrema derecha. Un poco antes, las Europeas. Vivimos un momento de intensa polarización y aquí tenemos una especie de experimento de “gran coalición” entre la derecha (PP) y la izquierda (Ens Uneix). ¿Qué está aprendiendo?

Estoy aprendiendo mucho de gobernar con el PP. Nosotros lo hablamos: los partidos mayoritarios muchas veces funcionan de una manera muy sectaria. Crees en un ideario y lo tienes que replicar hasta la saciedad: o lo defiendes o no formas parte de ese partido político. Los partidos mayoritarios no quieren personas críticas, quieren que alabes a un líder y que ese líder tenga la razón en todo. Nosotros ahora nos sentimos muy libres. Yo soy una persona de izquierdas. Jorge Rodríguez es una persona de izquierdas. Lo que pasa es que nosotros sabemos que se tiene que gobernar desde el centro y sobre todo si estás en el ámbito municipal, en la Diputación de Valencia. Tienes que escuchar a todo el mundo, tienes que respetar todas las ideologías. Esta ‘gran coalición’ que tenemos con el PP me ha enseñado a saber que puedo gobernar con un partido que en temas determinados no piensa igual, y en el pleno se puede constatar. Y a nosotros eso no nos da ningún ninguna vergüenza. Ni al PP ni a nosotros. Esto está siendo un aprendizaje por las dos partes. Ellos están saliendo también de ese ideario que muchas veces te obligan a tener. Y creo que también están disfrutando porque están gobernando con un partido moderado, un partido progresista que también te hace entender cosas que a lo mejor tú no te habías planteado desde ese punto de vista. Y a mí también. Yo no soy taurina, pero que a mi presidente le guste los ‘bous al carrer’ no supone un problema. Yo respeto su forma de pensar en determinados temas, pero es que él, en cuanto a la memoria democrática o el feminismo o la igualdad, me da libertad, porque al final sabemos que todos intentamos hacerlo para beneficiar a la sociedad valenciana.