José María Vera: "Si hubo respuesta para 40.000 niños ucranianos la hay para 6.000 de África"

Vinculado al tercer sector y a la cooperación internacional dirige Unicef desde 2021. Visita la Comunitat Valenciana el primer día del nuevo Consell, con Vox fuera del mismo por una infancia migrante que Vera defiende sin dudarlo.  

José María Vera es director ejecutivo de Unicef España

José María Vera es director ejecutivo de Unicef España / J.M. LÓPEZ

Mónica Ros

Mónica Ros

Su visita a la Comunitat Valenciana coincide con la salida de Vox del Consell al no compartir la acogida de menores migrantes. ¿Qué opina usted?

Sobre rupturas políticas y sobre partidos políticos no hacemos comentarios. Pero sobre el asunto de fondo, estamos muy preocupados y muy ocupados por la situación que se está produciendo fundamentalmente en las Islas Canarias y confiamos en que se sigan dando pasos (y pasos urgentes) para la reubicación de un número significativo de estos chicos y chicas. Lo que nos gustaría y lo que pedimos es que esto salga del debate político partidista, o sea, que esto se mire desde la infancia.

Se habla de cuotas de reparto pero no de a quién se «reparte»...

Nosotros hablamos de reubicación, que es un término más adecuado, pero es cierto que el foco no está puesto en la infancia. Y estamos hablando de niños, niñas y adolescentes, que tienen vidas, rostros e historias muy duras. Historias de chicos que lo han perdido todo porque sus aldeas en Mali han sido quemadas en una guerra. Niños que han pasado años, incluso, en una ruta infernal, explotados y atravesando desiertos hasta enfrentarse a un mar donde algunos mueren. Historias de vida terribles. Estos son esos rostros, los rostros de los que llegan, y el foco tiene que ser únicamente cómo respondemos ante esas vidas en base a los derechos de infancia.

¿Por qué se vincula a estos menores con delincuencia cuando los datos dicen todo lo contrario?

Es el grupo de infancia con mayor vulnerabilidad de España y el que concentra un mayor porcentaje de mensajes de odio en redes sociales. Se ha instalado un imaginario de criminalización y cuando se machaca una misma idea, aunque sea falsa, funciona. Ha sido así a los largo de la historia de la humanidad con otros colectivos. No se puede generalizar la delincuencia en ningún colectivo y para hacerlo los datos se manipulan.

¿Y cómo se puede revertir la situación?

Se les ha deshumanizado y hay que trabajar mucho ahora para difundir sus verdaderas realidades. Es una responsabilidad de las organizaciones, de los medios de comunicación y de los gobiernos. Porque son menores, tienen derechos y hay que garantizar su protección desde las Administraciones.

España acogió 40.000 niños de Ucrania con solidaridad y rapidez, pero 6.000 de Mali o Senegal se muestran como un problema. ¿Es España racista?

No podemos decir que España sea racista, pero sí podemos decir que hay racismo en España, en la desigualdad y en el trato. En muy pocos meses se acogió a 40.000 menores ucraniamos con una rápida respuesta en la legislación, protocolos y sistemas de protección. Ahora hay 6.000 menores en las Islas Canarias de los que ni tan siquiera se ha hablado y que no deben ser un problema para un país de 48 millones de personas que tiene capacidad de respuesta. Y debe responder. Igual que hizo con Ucrania. Si hubo respuesta entonces debe haberla ahora.

La Generalitat Valenciana condiciona la respuesta a una mejora en la financiación...

Es normal que las autonomías exijan al Gobierno central una mejora en la financiación porque debe haber un fortalecimiento de todo el sistema. Tenemos unos recursos que, aunque se han mejorado en los últimos años, siguen siendo débiles porque no se ha invertido lo suficiente. La inversión de la acogida es grande pero necesaria. Es una cuestión económica pero también política. Ahora vivimos una situación de emergencia pero era predecible y podía haber contado con una inversión previa porque esto lleva mucho tiempo pasando y aunque ahora estemos en un pico, de una manera u otra, va a seguir pasando.

De hecho el Consell se ha roto por una cuota de acogida de un acuerdo de hace dos años que implican 23 menores para la Comunitat Valenciana ¿Cuándo se hablará, entonces, de la emergencia que hay ahora con 6.000 a la espera?

Ahora hay que correr en una doble vía para trabajar la reubicación que es esencial y precisa un trabajo de urgencia y emergencia, mientras se da paso a una reforma que permita mejorar el sistema de protección, con datos fiables y financiación adecuada. Canarias es la patata caliente pero este es un problema que precisa esta doble vía de trabajo porque los flujos migratorios no van a desaparecer.

Y ante unos flujos migratorios que se sabe no van a cesar, Europa ha firmado un Pacto de Asilo que endurece condiciones y reduce garantías, también para la infancia...

El pacto Europeo, por ahora, es un pacto genérico y estamos pendientes de su reglamentación, que es donde vamos a saber exactamente qué consecuencias tendrá. En infancia tiene riesgos como que, por ejemplo, no excluye la detención de menores lo que implicará niños y niñas encerrados en centros de detención. Tampoco es lo suficientemente robusto frente a las devoluciones porque se precisaría de un análisis caso a caso que no va a existir porque es extremadamente difícil así que se hará por la vía rápida y la justicia española ya ha sentenciado contra esa práctica en el caso de Ceuta. Se precisan alianzas con los países de origen, pero la vida de estas personas no puede ser moneda de cambio.

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