Los cruceros se muestran abiertos a limitar el turismo en un verano de récords

La Comunitat Valenciana cerrará el año con máximos históricos de visitantes y embarcaciones, con 821.692 cruceristas en València y 215.000 en Alicante

Las compañías se muestran dispuestas a adaptar sus operaciones para cumplir con los estándares y expectativas de las ciudades en las que operan

Un crucero atracado en el puerto de València.

Un crucero atracado en el puerto de València. / LEVANTE-EMV

Abraham Pérez

Abraham Pérez

El auge del turismo también se va a notar en la cifra de cruceristas. Así lo pronostican las principales operadoras de cruceros, que prevén que en el verano de 2024 se van a batir los récords históricos de viajeros tal y como se viene sucediendo en el conjunto del sector turístico. Así con todo, ante el incremento de las protestas vecinales en muchas ciudades por los perjuicios que provoca este tipo de turismo, las compañías se muestran abiertas a establecer un diálogo constructivo sobre el impacto de este tipo de viajes en la vida de las ciudades.

El director general en España de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA), Alfredo Serrano, atribuye las buenas cifras a la incertidumbre geopolítica que hace que destinos como el Báltico pierdan atractivo, o que el conflicto Israel-Palestina obligue a las navieras a reposicionarse en otros mares. Así con todo, prevé que la evolución se modere de cara a finales de año ante el fin de lo que denomina el "efecto champán y, en declaraciones a EFE, explica que "el auge de viajeros tras el covid no se va a poder mantener indefinidamente".

Más turistas que vecinos

En el caso de València, la Autoridad Portuaria predice la llegada de 821.692 cruceristas a bordo de 287 embarcaciones para este ejercicio. Una cifra que supera al número de habitantes de la ciudad, que al cierre de 2023 era de 807.693 habitantes según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En Alicante, el otro puerto de la Comunitat Valenciana que acoge la llegada de cruceros la cifra es más contenida, pero también superior a sus registros históricos. Y es que los datos que baraja la autoridad portuaria estiman la llegada de 215.000 pasajeros a través de las 95 escalas programadas para 2024, mientras que para el año que viene se espera que la cifra aumente hasta los 250.000 viajeros a bordo de 107 embarcaciones.

Ante este escenario de crecimiento y con las quejas vecinales en ascenso por los fuertes impactos medioambientales y la masificación turística que provocan, la alcaldesa de València, María José Catalá, anunció una serie de limitaciones a partir de 2026 entre las que destaca la prohibición a los megacruceros porque "las ciudades flotantes son malas", señaló la primera edil en un foro de turismo celebrado el pasado mes de mayo en el que después matizó que los cruceros "más reducidos con otro tipo de perfil que generan riqueza para la ciudad se mantendrán”.

Los cruceristas dejan 15 euros al día en València

El anuncio generó incertidumbre entre los empresarios, que cuestionaban la medida y pedían al ayuntamiento que definiera el concepto "megacrucero". A este respecto, el equipo de Catalá aclaraba que en ningún caso se iba a vetar la llegada de embarcaciones, pero se iba a intentar coordinar con las autoridades portuarias que los cruceros que atranque en la ciudad "sean más pequeños, de más calidad". El anuncio tampoco convenció a los vecinos, que ven insuficiente la limitación anunciada por la alcaldesa, por lo que le piden que extrapole una medida que ya se aplica en algunas ciudades, donde se establece un límite de cruceros y cruceristas por día.

Además, la presidenta de la presidenta de la Federación de Asociaciones de VecinosMª José Broseta, reivindicaba que para los vecinos "es imprescindible abordar el estudio para conocer la capacidad de carga de la ciudad" y recordaba que hay día que la llegada simultánea de cruceros "puede llegar a colapsar el centro de la ciudad y el transporte público", unos problemas que no compensan "para un máximo de 15 euros por día, que es lo que deja un crucerista de media en València". Esta cantidad se aleja del gasto medio que hace el turista convencional, que según datos del INE superaba los 200 euros en el mes de mayo.

Turismo sostenible

Desde el ejecutivo de CLIA entienden el malestar "legítimo" de una parte de la población aunque ven "con preocupación" el debate sobre el freno al turismo al entender que se anuncian medidas "de corte populista que no van a resolver el problema" y derivan de un "déficit de gestión". Así con todo, la industria crucerística se pone a disposición de las autoridades para trabajar "pero nos cuesta que nos digan cómo podemos contribuir a ayudar en la congestión del espacio público, más allá de declaraciones improvisadas de representantes políticos", señala Serrano en declaraciones a EFE y zanja: "Necesitamos liderazgo".

Por su parte, Fernando Pacheco, director de MSC Cruceros en España (compañía líder en nuestro país que aglutina el 50% de la cuota de mercado) asegura a EFE que "entiende y respeta" las preocupaciones de las ciudades respecto a las llegadas de cruceristas y afirma que están dispuestos a adaptar sus operaciones para cumplir con los estándares y expectativas de las ciudades en las que recalan. Así, apuesta por un modelo híbrido que beneficie tanto a comunidades como a economías locales, en el que se respete la cultura y el entorno de cada destino y se muestra favorable a establecer un diálogo para mitigar cualquier impacto negativo.

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