Un año de Barrera para acabar con la cultura del Botànic

Pese a intentar mantener un perfil moderado, el conseller de Cultura ha descabezado el IVAM y el Centre del Carme, se ha negado a celebrar el Any Estellés y ha quitado en favor de los toros las ayudas a entidades defensoras de la unidad de la lengua

Vicente Barrera en la presentación el pasado lunes del I Circuito Valenciano de Novilladas 2024

Vicente Barrera en la presentación el pasado lunes del I Circuito Valenciano de Novilladas 2024 / Biel Aliño / Efe

Voro Contreras

Voro Contreras

Aunque había sido uno de los negociadores de Vox en el pacto con el PP de Carlos Mazón para gobernar la Generalitat, no dejó de ser una sorpresa que fuese precisamente el empresario, abogado y torero (retirado) Vicente Barrera el elegido para dirigir la política cultural del Consell en esta legislatura.

El primer aviso de que Vox y Barrera llegaban para acabar con la política cultural del Botànic se produjo en octubre cuando la conselleria anunció la destitución de los responsables de Teatros, Cine y Música del Institut Valencià de Cultura. Y la confirmación se produjo poco después cuando la Generalitat presentó un proyecto de presupuestos que incluía la desaparición de subvenciones a entidades favorables a la unidad de la lengua como el Espai Joan Fuster o el Institut Ramon Llull e incluía a cambio una partida de 300.000 para la Fundación Toro de Lidia. “La censura se ha acabado” y “los toros no son política”, proclamaba Barrera hace unos días cuando esta partida presupuestaria se concretó en un nuevo Circuito Valenciano de Novilladas que dará comienzo este mismo verano. Sí debe ser política, al parecer, la poesía de Estellés, cuyo centenario la Generalitat no ha querido celebrar.

En noviembre Barrera dio el primer gran golpe de mano en la cultura pública valenciana con el despido de José Luis Pérez Pont como director del Consorci de Museus y del Centre del Carme atendiendo a unas supuestas irregularidades en su gestión. Esta destitución provocó la primera movilización ciudadana importante contra el conseller Barrera que, pese a situaciones como ésta y a alguna declaración más o menos llamativa, seguía intentando mantener un perfil público institucionalmente moderado.

Pero el pasado febrero la conselleria gestionada por Vox volvió a sufrir una sacudida cuando la directora del IVAM, Nuria Enguita, presentó su dimisión. La marcha de la responsable del museo de arte contemporáneo más importante de la Comunitat Valenciana no fue una decisión directa de Barrera, pero sí fue provocada por la decisión de la Generalitat de llevar ante la Fiscalía la donación por parte de Enguita de unas parcelas a la fundación de uno de los miembros del jurado que había decidido su nombramiento. La denuncia acabó siendo archivada pero dsde entonces el museo sigue sin dirección titular y, como con ha ocurrido el Centre del Carme, no ha sido hasta ahora cuando se ha iniciado el proceso para llenar este vacío que dura ya varios meses.

El último frente que se le ha abierto a Barrera como conseller ha llegado desde el IVC, cuya cúpula ha sido completamente renovada respecto a la que dejó el Botànic y donde se ha planeado el nuevo Circuit Cultural Valencià contra el que se han manifestado este jueves frente a las Corts las asociaciones de artes escénicas valencianas mientras Barrera intervenía por última vez como conseller. El lunes, cuando presentaba el Circuito de Novilladas, ya avisó que cumpliría con las órdenes de Santiago Abascal si tocaba romper el pacto de gobierno con el PP. Hoy Barrera ha cumplido con la orden. Muy a su pesar, según los más cercanos al torero (retirado).   

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