La cosa va a peor

Abril fue el undécimo mes consecutivo con récord de temperaturas, según Copernicus

Abril fue el undécimo mes consecutivo con récord de temperaturas, según Copernicus / Levante-EMV

Jorge Olcina

El programa Copernicus lleva un par de años evaluando el estado de la cuestión del proceso actual de cambio climático, y publica sus resultados en la revista Earth System Science Data.

Acaba de editarse el balance del clima terrestre en 2023. Los resultados no son nada optimistas. Junto a la constatación de que las temperaturas de la troposfera terrestre y las emisiones de gases de efecto invernadero de origen humano no dejan de incrementarse, lo peor es la constatación del desajuste cada vez mayor del balance energético planetario. El valor de este desajuste habría sido de 0,42 vatios por metro cuadrado entre 1974 y 1993; pero se habría duplicado en el período 2004 y 2023, llegando hasta 0.87 vatios por metro cuadrado.

Esto es lo más preocupante del proceso actual de cambio climático porque está en el origen del problema, por mucho que gente científicamente indocumentada quiera negar la evidencia. No conseguimos frenar las emisiones a nivel mundial, no conseguimos detener el proceso progresivo pero constante de subida de temperaturas. No sabemos interiorizar un proceso que ya está teniendo efectos socioeconómicos importantes en nuestro planeta. Y que amenaza ya al bienestar de la sociedad europea, especialmente de la región mediterránea.

Instalados en la euforia económica, en las perspectivas de récord del turismo en el presente verano, no queda tiempo para lo más importante. Para preocuparnos y actuar ante un proceso que avanza irremediablemente; un proceso para el que hay solución si trabajamos para ello como eje principal de políticas públicas.

Nos esperan unos años decisivos para activar medidas de mitigación y adaptación, pero parece que no queremos ocuparnos de este tema. Sólo pensamos en el disfrute actual. Nos hemos tapado los ojos y no queremos problemas. Pero ya nos llegarán.