La división marca el Día del Orgullo en València

La manifestación finalizará con una protesta y no con la fiesta habitual por sus discrepancias con la Administración

Lambda reivindica en el lema la «resistencia» y los derechos del colectivo LGTBQI+

La celebración del Orgullo del pasado viernes en la plaza del Ayuntamiento de València.

La celebración del Orgullo del pasado viernes en la plaza del Ayuntamiento de València. / Fernando Bustamante

Lluís Pérez

Lluís Pérez

La celebración del Orgullo en València llega con una rotura del consenso imperante durante los últimos años. Un desencuentro entre las entidades del colectivo LGTBIQ+ impulsoras, Lambda y Ageval principalmente, y los representantes políticos tanto del Ayuntamiento de València como de la conselleria de Servicios Sociales e Igualdad. Pero, también, se ha producido un distanciamiento dentro del propio colectivo con un enfriamiento de las relaciones entre Lambda y la plataforma Orgullo Crítico, que celebrará su marcha alternativa por sexto año consecutivo.

La marcha reivindicativa oficial, la convocada por Lambda para el viernes a las 19.30 horas, se enfrenta al reto de mantener la afluencia de los últimos años en un contexto de tensiones existentes. Desde la entidad, confían en igualar las cifras de años anteriores y hacen una llamada para "movilizar a la sociedad y no dar ningún paso atrás". La concentración partirá desde el Pont de l'Albereda en la Alameda y finalizará en la plaza del Ayuntamiento con la lectura de un manifiesto y una concentración de protesta para denunciar «los recortes de los derechos LGTBIQ+ llevados a cabo por gobiernos del PP» en el Consell y en varios consistorios valencianos; una cuestión a la que se suman las críticas por la "imposición" de la celebración del Orgullo, denunciada por Lambda en mayo y por lo que se decidió prescindir de la fiesta posterior a la marcha.

Actos alternativos

"Para que la fiesta del Orgullo LGTBI tenga sentido necesitamos ver nuestros derechos intactos"

C.Moreno

A pesar de esa oposición, el Ayuntamiento de València llevó adelante su propia celebración, el pasado viernes, a la que asistieron los ediles Rocío Gil y Paula Llobet, entre otros; y con presencia de destacados miembros del Consell como Susana Camarero o Salomé Pradas. La convocatoria tenía a la cantante Rosa López como principal atractivo. Consiguió atraer a un millar de personas -muchos turistas y seguidores de la artista-, pero echó en falta la presencia masiva de los representantes y simpatizantes LGTBQI+. La afluencia de público estuvo lejos de las cifras de años anteriores, en los que la multitud ocupó todo el espacio central de la plaza como los laterales. En 2023, según los organizadores, la manifestación fue la "más multitudinaria de la historia" al congregar a más de 20.000 personas.

Orgull Crític Valencia convoca también el viernes su marcha alternativa, cuyo recorrido comenzará a las 18.30 horas desde Zapadores con desenlace en la plaza de la Virgen. Sus responsables explican que no la plantean como "un enfrentamiento directo con la convocada con Lambda", sino que aprovechan la reivindicación del Orgullo "en su día" -siempre la celebran el 28 de junio, sin importar el día de la semana que caiga, a diferencia de la "oficial"- para alinearse con otras luchas. Este año serán dos: el pink washing y el genocidio de Israel y la dificultad de acceso a la vivienda en València por la turistificación.

Hasta el año 2018, la plataforma realizaba su reivindicación dentro de la marcha de Lamba, pero la participación del autobús de Ciudadanos provocó una salida que no se ha revertido. Ahora parece incluso más difícil porque fuentes de Orgull Crític reconocen que la "comunicación con la actual directiva de Lambda está siendo más complicada" por defender "posicionamientos cada vez más alejados" de los suyos.

Extrabajadores denuncian a Lambda por «intimidación»

Un grupo de antiguos trabajadores de Lambda publicaron ayer un comunicado para denunciar «la intimidación, la fustigación y el hastío» ejercido por la actual directiva de la entidad para «favorecer sus intereses personales en detrimento de nuestros derechos laborales y salud mental». En el escrito, aseguran ser víctimas de la pérdida económica y el desarrollo profesional sufrido por un tercio de la plantilla que se ha enfrentado a despidos injustificados, bajas por ansiedad y depresión o bajas voluntarias ante un clima laboral «abusivo, autoritario y de acoso». En el escrito, demandan la «expulsión inmediata» de los responsables de estas prácticas abusivas y piden tanto a Compromís, PSPV y Podem que denuncien sus prácticas. Desde Lambda, ante la consulta realizada ayer por Levante-EMV, han preferido no pronunciarse al respecto.

Suscríbete para seguir leyendo