Crisis ambiental

Las capturas de la dañina carpa en l’Albufera se triplican en un año

Los pescadores de El Palmar cifran en 32.000 los kilogramos de esta especie exótica invasora extraídos frente a los 10.000 de media anuales habituales

Panorámica del lago de l’Albufera, donde la carpa sigue proliferando a pesar de los planes de control de la Generaliat.  | MIGUEL ANGEL MONTESINOS

Panorámica del lago de l’Albufera, donde la carpa sigue proliferando a pesar de los planes de control de la Generaliat. | MIGUEL ANGEL MONTESINOS

Minerva Mínguez

Minerva Mínguez

La proliferación de exóticas llegadas de otros puntos del planeta afecta a mares, ríos, barrancos y hasta al Parc Natural de l’Albufera. Tanto que la Generalitat ha ido implementando distintos planes de control en la laguna. Entre ellos el del cangrejo rojo (Procamburus clarkii) y la carpa (Cyprinus carpio), impulsados en su día por el Botànic y que la actual conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio continúa aplicando para frenar la multiplicación de la faua piscícola no autóctona y muy dañina.

Según las últimas cifras de las que dispone el departamento que dirige la consellera Salomé Pradas los kilos de carpa capturados en colaboración con la Comunidad de Pescadores de El Palmar han aumentado de forma notable. Así, se ha pasado de los 10.000 kg anuales de media a 32.000 kg en la última temporada de pesca que finalizó en 2023. Cifras que dan una idea de la magnitud del problema al que se enfrentan tanto desde el gobierno valenciano como desde la Confederación Hidrográfica del Júcar y también la del Segura, así como el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Para fomentar su captura, en especial la del cangrejo, y en colaboración con los actores implicados se ha desarrollado un proyecto para la producción de subproductos y pienso animal a partir de especímenes como la carpa y el cangrejo, promoviendo así una economía circular», explican desde Medio Ambiente. «La implementación de este proyecto en los próximos años puede suponer una reducción significativa de la población de carpa en el lago, lo que sin duda alguna se vería reflejado en una restauración parcial del equilibrio ecológico», subrayan fuentes de la conselleria.

En el caso de la carpa, el plan de control tiene una vigencia indefinida, con revisiones cada cinco años para evaluar el cumplimiento de los objetivos. En cuanto al cangrejo rojo, su comercialización solo estará autorizada durante un lustro, prorrogable en función de las revisiones quinquenales. La carpa ha encontrado en el lago de l’Albufera un enclave perfecto para sus características, pues es muy resistente a la falta de oxígeno y al agua turbia. Su forma de alimentarse, succionando los sedimentos y expulsándolos de manera continuada, provoca un impacto muy negativo sobre la vegetación sumergida, que acaba desenraizada. Este deterioro de la flora perjudica a su vez a otras especies que requieren de este tipo de hábitat.

El Servicio de Vida Silvestre ya alertó en su día al del daño de la carpa en lagunas de gran valor ecológico, sobre todo también para la conservación de las aves como es El Fondo d’Elx. De hecho, los estragos que provocan acaban derivando en el éxodo de especies amenazadas.. n

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