Verano, de momento, sin grandes calores

Van pasando estas semanas de junio entre soles y tormentas. Los días de sol son ya calurosos porque el astro rey está en todo lo alto en el solsticio. Conviene proteger la piel cuando vayamos a la playa o a la montaña estos días. Y de golpe se forman nubes, se oscurece el cielo y cae un chaparrón en menos de una hora, a menudo con fuerza, y moviliza ramblas y barrancos. 

Lo mejor de este mes de junio es que el calor fuerte todavía no se ha activado. Pero es cuestión de días. Han entrado varias vaguadas y gotas frías y esto explica que las temperaturas, de momento, no hayan mostrado sus valores más elevados. Por el contrario, algunas madrugadas ha hecho fresco en las comarcas del interior del litoral mediterráneo. Eso sí, llevamos varios días con "noche tropical" en las ciudades costeras. Es el rasgo térmico que más influye en la pérdida de confort de este territorio. A partir de la semana que viene se activará el “modo verano” en plenitud. Los modelos indican que en unos días, las temperaturas comenzarán a registrar valores por encima de lo normal a finales de junio. Por tanto, calor, calor que viene para quedarse. Los modelos estacionales hablan de un mes de julio muy caluroso, como los de los dos últimos años, que resultaron realmente tórridos. A partir del 24 de junio nos llegará la primera oleada de aire sahariano fuerte al sur y este de España. 

Ningún verano es igual que otro. Cada uno tiene sus matices. Este verano de 2024 parece que será constantemente caluroso por las noches junto al Mediterráneo. Pero los modelos del Centro Europeo no hablan de fuertes pulsaciones de aire sahariano en julio, como en 2023. Esperemos que así sea. Aunque en la costa mediterránea difícilmente vamos a poder disfrutar de fresco por las noches en los veranos. Sin necesidad de batir records de temperatura diurna. En la costa mediterránea, lo peor, en verano, son las noches.