Más resistencia y menos velocidad en las pruebas para ser bombero

La Universitat de València trabaja ahora en los baremos tras diseñar unas pruebas «adaptadas al trabajo que desempeñarán» cuando consigan la plaza

«Es más importante la gestión del esfuerzo que ser el más rápido», aseguran los investigadores

Los Investigadores midieron el esfuerzo de los bomberos en distintos simulacros. Imagen de archivo de un simulacro en 2019.

Los Investigadores midieron el esfuerzo de los bomberos en distintos simulacros. Imagen de archivo de un simulacro en 2019. / Germán Caballero

Mónica Ros

Mónica Ros

Correr a gran velocidad una gran distancia no forma parte del trabajo real de los bomberos. Sin embargo, esa era (hasta ahora) una de las pruebas físicas de las oposiciones. Lo mismo ocurre con el ejercicio de fuerza. Es más frecuente que un bombero deba aguantar determinado peso en distintas posiciones que levantar, de un solo golpe una barbaridad de kilos. 

Es decir, no se trata de ser Flash ni Hulk. Se trata de saber gestionar el esfuerzo. Ese es el objetivo de las nuevas pruebas físicas que están diseñanado desde la Universitat de València para el Acceso y promoción de los cuerpos de emergencias, por encargo de la Generalitat Valenciana. Eso sí, aún se desconoce cuándo se implementarán.

Y es que tras décadas realizando las mismas pruebas, la Generalitat Valenciana ha decidido modificarlas y adecuarlas al trabajo real que realizan los bomberos donde la “gestión del esfuerzo” así como la capacidad de resistencia es clave en un trabajo donde se precisa de una respuesta inmediata en situaciones de emergencia. Así, no consiste en modificar las pruebas para hacerlas más sencillas, sino más acordes al trabajo que, una vez conseguida la plaza, desempeñarán. 

Por ello, la Agencia de Seguridad y Emergencias de la Generalitat Valenciana encargó a la Universitat de València en 2022, el diseño de unas nuevas pruebas físicas para las oposiciones a bombero. El proyecto ya ha concluidos las fases de estudio y diseño (que ya constan en la memoria) y ahora se encuentra en la de evaluación, en aras de establecer los baremos que fijen los aptos, no aptos y las posibles variables. 

«Los ejercicios físicos han sido tradicionalmente una de las pruebas más importantes para acceder al cuerpo de bomberos, ya que, para formar parte de los servicios de prevención, extinción de incendios y salvamento hay que tener ciertas capacidades físicas», explican en la memoria. 

Sin embargo, no existe ningún estudio en España que analice las condiciones a las que se puede someter un bombero en un incendio en vivienda o un accidente de tráfico y establezca unas pruebas físicas similares a los trabajos que puede realizar un bombero durante su jornada laboral. Y eso es, precisamente, lo que hicieron los investigadores de la Universitat de València en la primera fase del proyecto. 

Tiempos «absurdos» en la práctica que dejaban fuera a las mujeres

«Lo que pasaba antes era que no entraban mujeres al cuerpo porque eran las mismas pruebas con tiempos muy exigentes pero absurdos y sin sentido que dejaban fuera a las mujeres. Qué aporta al trabajo de emergencias poder correr 100 metros en 11 segundos, por poner un ejemplo. Cuando se dieron cuenta de que las mujeres no accedían a las oposiciones bajaron el baremo, pero generó críticas. Nosotros hemos diseñado unas pruebas donde se consideran unos mínimos que hay que cumplir, todos, hombres y mujeres, porque el trabajo es el mismo; pero los máximos no son iguales para hombres que para mujeres. La realidad es que el máximo que pueda hacer una mujer en un circuito no es el mismo que el máximo que pueda hacer un hombre en el mismo circuito. Así, las pruebas parten de un baremo de mínimos que es igual para todos los opositores, pero a partir de ahí se valora qué techo tienen los hombres y cuál es el de las mujeres», explican desde el equipo de investigadores de la Universitat de València. 

«Acompañamos a los bomberos a distintos simulacros y realizamos mediciones de los esfuerzos que realizan para diseñar las pruebas. Hemos cambiado todos los ejercicios poque hemos visto que es mucho más importante evaluar la gestión del esfuerzo que ver si los aspirantes son muy fuertes o muy veloces. Los bomberos trabajan en equipo y es importante que realicen unas pruebas físicas que sean parecidas al trabajo real que van a desempeñar», explican desde el equipo de investigadores de la Universitat de València. 

Entre las nuevas pruebas diseñadas destaca «un circuito de fuerza donde se deben arrastrar 20 kilos en diferentes posiciones y golpear varios puntos a diferentes niveles; o mover y arrastrar otros tantos kilos y aguantar el peso. Son ejercicios que hemos diseñado en base a simulacros de excarcelación, por ejemplo», explican.  

Simulacros a estudio

Incluso el ejercicio de la torre (que consiste en subir un edificio de 5 alturas) cuenta con modificaciones. «Ahora suben con 20 kilos pero hemos visto en los simulacros de incendios que siempre llevan encima material así que a la torre suben con 30 kilos y en la cuarta planta deben ‘lanzar’ un balón medicional de 5 kilos tres veces (que es el peso que simula una maza) y luego, seguir subiendo», explican.  

El proyecto se encuentra ahora en la tercera fase, tras dos años desde su inicio. «Ahora estamos valorando a 100 hombres y 100 mujeres en una muestra donde hay opositores, bomberos con plaza, deportistas... Con este muestreo fijaremos los baremos», concluyen. 

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