Mal de muchos

Minuto de silencio en Campanar dos meses del incendio

Minuto de silencio en Campanar dos meses del incendio / Loyola Pérez de Villegas

Enrique Moltó

Seguimos esperando una lluvia mínimamente apreciable en Comunidad Valenciana y Murcia porque a Cataluña ya parece que le va a tocar y me viene a la cabeza un tema en el que ya pensé hace unos meses. Aunque no sea muy correcto políticamente, cuando se quemó el edificio en Valencia, dentro de la desgracia sufrida por los afectados, sobre todo por las víctimas mortales y sus entornos, me reconcomía el hecho de que diez incendios puntuales, con un fallecido cada uno, y separados por unas semanas, que seguro que se dan, no reciben tanta atención mediática ni, por tanto, política. No veo mal en absoluto el trato recibido por los afectados en ese desastre, pero no es justo para los que sufren desastres más aislados e individuales. Estos últimos necesitan la misma atención, han sufrido lo mismo. Es algo muy frecuente pero no lo veo justificado. También me consta que esta atención bajará de intensidad en todos los casos cuando pase el tiempo y se aleje el foco mediático. Por otro lado, y sin forzar la comparación, todo el mundo ha destacado en ese incendio el problema del material de la fachada por su capacidad de propagación, mucho más que el punto de ignición. No obstante, en los recientes incendios causados por quemas agrícolas descontroladas toda la culpa va para el origen, pero se habla poco del material de propagación que suponen los cultivos abandonados.