9 d'Octubre

Crónica feminista del 9 d'Octubre

El Nou d’Octubre expresa la construcción de un pueblo. El autogobierno, la bandera, la lengua... Los hombres encabezaron durante años las movilizaciones. Eran los que salían en las fotos. ¿Dónde estaban las mujeres? Siempre estuvieron. Luchar por la igualdad también es una seña de identidad, reivindican ahora.

De izquierda a derecha: Àngels Martínez, Julia Sevilla, Anna Oliver y Ana Garcia, en València.

De izquierda a derecha: Àngels Martínez, Julia Sevilla, Anna Oliver y Ana Garcia, en València. / Germán Caballero

Violeta Peraita

Violeta Peraita

Marta Lois, portavoz de Sumar, mostró una imagen a todo el Congreso durante su intervención en el debate de la frustrada investidura de Alberto Núñez Feijóo. Enseñó una foto en blanco y negro de una mesa rodeada de hombres trajeados en la firma del acuerdo constitucional de 1978. «¿Qué falta en esta imagen?», preguntó la de la coalición de Yolanda Díaz. «Mujeres. Faltan mujeres. ¿Se imaginan una realidad de este presente en 2023 sin una sola mujer?» El Nou d’Octubre es el día de todas y todos los valencianos. Una jornada que cabalga entre la solemnidad y la reivindicación y en la que se expresan las identidades valencianas. ¿Se imaginan un Nou d’Octubre sin mujeres? Lo cierto es que siempre han estado presentes de alguna manera y sin ellas las reivindicaciones identitarias y de autogobierno no podrían haberse producido.  

Martínez, Oliver, Garcia y Sevilla, en València

Martínez, Oliver, Garcia y Sevilla, en València / Germán Caballero

Lo dicen las que estuvieron en el proceso de reivindicación de la autonomía y las que están, en la actualidad, sujetando las pancartas en las primeras filas. Levante-EMV reúne a mujeres activas política y socialmente en la víspera del Día de la Comunitat Valenciana para contestar a estas preguntas y para poner nombre y cara a la crónica feminista y femenina del Nou d’Octubre desde las primeras manifestaciones del posfranquismo en las que se exigía un Estatut d’Autonomia hasta el día de hoy. Los avances en el movimiento de emancipación de las mujeres y la extensión trasversal del feminismo hacia todas las facetas de la vida confirman que la perspectiva de género ha venido para quedarse y las mujeres estarán en la vida pública pero, ¿de qué manera están y estuvieron en el movimiento identitario y autonomista? 

No es lo mismo la participación que el poder. Es la primera idea que sale en una mesa en la que se sientan mujeres de distintas generaciones y distintos ámbitos de la sociedad para hablar de su crónica del Nou d’Octubre. El escenario es el Octubre Centre de Cultura en el corazón de València, sede de Acció Cultural del País Valencià (ACPV). Julia Sevilla, jurista y una de las fundadoras de la Federació de Dones Progressistes, así como implicada en los inicios de la actividad de las Corts tras la firma del Estatut como letrada de la institución, es la veterana. Junto a ella Ana García, secretaria general de Comisiones Obreras (CC OO) del País Valencià (la primera mujer en ocupar el cargo); Àngels Martínez Bonafé, maestra y activista del Movimiento de Renovación Pedagógica ,y Anna Oliver, presidenta de ACPV. 

El punto de partida es una fotografía de una de las manifestaciones para reclamar el Estatut de Autonomía que vendría en 1982. Posiblemente en 1977, cuando la movilización social llegó a congregar a medio millón de personas. 

Una imagen de la manifestación de 1977 para reclamar un Estatut de Autonomía en València

Una imagen de la manifestación de 1977 para reclamar un Estatut de Autonomía en València / El Cameraman

«Volem autonomía» o «Los expresos políticos del País Valenciano por la Autonomía» son algunas de las frases que se leen en pancartas aderezadas con banderas. Algunas cuatribarradas. Algunas con el azul de la senyera. Responde al conflicto por la bandera y la denominación de la autonomía propia de la época. ¿País Valencià o Comunitat Valenciana? Más allá de la constitución de la identidad, lo que llama la atención de aquella foto compartida es que las primeras filas son eminentemente masculinas. Delante los hombres. ¿Y las mujeres?. 

Dos miradas, dos espacios

Lo cierto es, señalan todas, que las mujeres siempre estuvieron y tuvieron un papel activo en las movilizaciones por el autogobierno. Pero de nuevo, la participación es distinta al poder. «Una cosa es ir a la calle a manifestarte y otra es llegar a ser catedrática. Todavía estamos lejos de los espacios de poder», comenta Sevilla. Con todo, celebra que con la autonomía y la democracia,«también entraran mujeres a la política que venían de movimientos universitarios por la igualdad, que hicieron mucho para integrarnos en la vida pública». "El Nou d'Octubre simboliza la autonomía que para las mujeres ha representado la aprobación de leyes que han afirmado nuestros derechos y por lo tanto nuestra condición de ciudadanas", completa.

Oliver cree, por su parte, que «hay muchos modelos de liderazgo y sí ha habido un cambio social en el asociacionismo, el sindicalismo o los partidos políticos. Hay más mujeres al frente», pero quizás la visibilidad es menor, porque «el liderazgo es distinto, se trabaja más en red, buscando complicidades y se dejan la imagen pública a cambio de llegar al objetivo», dice la presidenta de ACPV.  

«En los años 70, los hombres estaban en la cabecera de la manifestación pero quien llevaba las pancartas, quien había organizado la máquina para hacer panfletos y quien había hablado con asociaciones de vecinos de los barrios para asistir a manifestarse eran las mujeres», recuerda Àngels Martínez, quien también resalta el papel de las maestras para preservar la educación en valenciano. «Han sido muchas las maestras que estaban en el colegio jugándose el tipo para dar clase en valenciano antes de la Llei de Ús i Ensenyament del Valencià de 1982». Nombra a la maestra de Barx Marifé Arroyo. La lengua es identidad, señala. «Defender la normalización lingüística es defender la autonomía y las maestras son las que han llevado a cabo esta labor». El Nou d’Octubre es el día de «construcción de un pueblo», completa Ana Garcia. Y el movimiento por la igualdad «también es una seña de identidad de las valencianas», dice la dirigente de CC OO.

Tiempos de cambio y de calle

Inicio del movimiento autonomista. Muerte de Franco y renacimiento de la democracia. Tiempos de cambio. Manifestaciones multitudinarias. Lo recuerda la catedrática emérita de historia de la Universitat de València Isabel Morant, que dice que lo importante reside en una sinergia que se inició en los años 70 entre la política y el feminismo. «Antes la política era estrictamente gestión, pero la llegada de la modernidad es algo que protagoniza el feminismo y lo transmite a los partidos».

Las primeras jornadas de la mujer del País Valencià fueron, precisamente, en 1977, el año de la manifestación multitudinaria para pedir el Estatut. «Reivindicábamos una identidad valenciana que nos representara a todos. La relación con los partidos al principio no fue fácil porque pensaban que las peticiones de igualdad tenían que aplazarse. ¿Hasta qué punto no se daban cuenta de que la democracia era más amplia que los partidos? Pedíamos que la autonomía viniera con avances feministas». Hubo «tensión», pero también «sinergia» porque las mujeres feministas «militaban en partidos y al mismo tiempo reclaman la autonomía y el fomento de la lengua», recuerda. «El movimiento democrático y autonomista no fue feminista en su inicio pero el ambiente fue favorable para que las mujeres nos expresáramos públicamente y construyéramos una agenda feminista. No estuvimos en la firma del Estatut, pero sí militando y participando en la construcción de la democracia», señala Morant. Habla de Conxa Gisbert, la que fue la primera directora del Institut Valencià de les Dones en los años 80, de Trini Simó, Carmen Alborch u Olga Quiñoles.

9 de octubre en 1977 en València

9 de octubre en 1977 en València / El Cameraman

«El 9 d’Octubre no es solo la bandera. La bronca era la bandera y la denominación de la lengua. Detrás de ese debate, estábamos y estamos las que queríamos una escuela en valenciano, las que reivindicábamos la emancipación de las mujeres y también la presencia en la política y en la sociedad», dice Sevilla. «Queda mucho por hacer, pero las mujeres valencianas somos, ante todo, inconformistas. Queremos más y eso implica un compromiso político más allá de los partidos. Transversal», añade Ana García.

Con todo, pese a que es difícil llegar a los puestos de poder, la Comunitat Valenciana ha sido «pionera» en tener a mujeres lideresas en la política local y autonómica, como apunta Sevilla. «Mujeres que han llegado a ser máximas representantes y que tenían personalidad propia», dice. Menciona a la primera alcaldesa de València, Clementina Ródenas (PSOE), que posteriormente fue sucedida por otra mujer, Rita Barberá (PP), quien fue la máxima autoridad durante más de dos décadas. 

"Abríamos un camino"

Maria Àngels Ramón-Llin es de las primeras mujeres que fueron testigo, como representante pública, de la bajada de la Senyera del balcón del consistorio. La exconsellera y actual directora general del Instituto Valenciano de Servicios Sociales (Ivass) entró pronto en política y se considera «muy valencianista». 

La que fue joven política de Unió Valenciana y después del PP vivió sus primeros 9 d’Octubre rodeada de hombres. Era la única entre todos, explica. Cree que la evolución del protagonismo de las mujeres en un ámbito festivo y solemne como el de hoy ha ido en paralelo a los avances sociales en materia de igualdad. «Abríamos un camino. Era la única mujer en el Consell entonces [fue consellera de Agricultura con Zaplana, después diputada en el Congreso y concejala con Barberá hasta 2019] y también la más joven. Con los años, las mujeres hemos ido ocupando los espacios que también nos pertenecían». 

Las leyes de igualdad y la democracia paritaria que vinieron después incentivaron la presencia pública. También en los actos del 9 d’Octubre, señala Sevilla. Ana Garcia, en este sentido, destaca las luchas que han precedido a su generación. Con todo, se muestra preocupada por el auge de la extrema derecha con discursos que «ponen en riesgo el autogobierno», «la igualdad conseguida» y cree que el siguiente paso necesario es un «compromiso político unánime e inequívoco». Tanto García comoSevilla destacan las pocas mujeres galardonadas con la alta distinción de la Generalitat hasta hoy.  

De 80 altas distinciones, solo 9 son para mujeres

Desde la primera edición en 1986 hasta la actualidad, solo se han dado 9 distinciones a mujeres frente a 49 de hombres, además de 22 a entidades o empresas. De las nueve, dos pertenecen a las futbolistas de la selección que recogerán la distinción hoy y el resto se otorgaron entre 2016 y 2022, en los años del Botànic. 

Àngels Martínez considera que «construir el País Valencià es construir una cultura y eso implica los derechos de las mujeres, la escuela en valenciano, el amor al territorio. Hemos avanzado en ‘transversalizar’ el movimiento feminista y hemos de ir hacia allí», concluye. Todas coinciden. La igualdad «también es valenciana».

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