Protegerse del sol puede salvar vidas: «Es la causa fundamental del cáncer de piel»

Levante-EMV organiza un encuentro con expertos de distintos ámbitos para concienciar a la población sobre la importancia de prevenir la aparición de lesiones a causa de la radiación ultravioleta: «El daño que provoca es silente, progresivo, acumulativo»

Día Mundial Cáncer de Piel

Penélope Maestro

Candela García

Candela García

Llega el verano y, con él, la exposición inadecuada al sol se multiplica. Aunque cada año se hacen más campañas para promover la fotoprotección y los hábitos saludables, todavía falta mucha concienciación por parte de una sociedad que recibe mensajes contradictorios: los profesionales defienden que proteger tu piel es salud, mientras que el canon de belleza promueve todo tipo de remedios y prácticas poco recomendadas para incrementar el moreno. 

Para luchar contra esta creencia y visibilizar los riesgos para la salud que conlleva exponerse al sol sin la protección adecuada, distintos expertos de la medicina, la cosmética y la ciencia se reunieron en el encuentro organizado por Levante-EMV con motivo del Día Mundial del Cáncer de Piel. Moderado por Silvia Tomás, directora de Relaciones Institucionales de Prensa Ibérica en València, en la jornada se dieron cita Onofre Sanmartín, jefe del servicio de Dermatología del Instituto Valenciano de Oncología (IVO); Leonor Prieto, directora científica de Laboratorios la Roche-Posay; Amaya Fernández, oncóloga médica en el Hospital de Requena; y Juan Sandoval del Amor, director de la Plataforma de Epigenómica del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS La Fe). 

Onofre Sanmartín, jefe del servicio de Dermatología del IVO.

Onofre Sanmartín, jefe del servicio de Dermatología del IVO.

«La causa fundamental del cáncer de piel es la radiación ultravioleta del sol, el 90 % de estos tumores están producidos por eso. El daño que provoca es silente, progresivo, acumulativo. Es importante que la gente joven se conciencie porque en ellos es donde podemos actuar. Con una protección solar adecuada y una exposición solar adecuada, evitaremos en un futuro tener un cáncer de piel», afirmó el doctor Onofre Sanmartín. 

«Las campañas de concienciación funcionan, nos llegan pacientes diagnosticados por familia o amigos»

Onofre Sanmartín

— Jefe del servicio de Dermatología en el IVO

Tal y como explicó el experto, esta enfermedad se manifiesta de distintas formas. Las más comunes son los carcinomas basocelulares, más prevalentes, pero más leves y en la mayor parte de las ocasiones se curan eliminando la lesión; los carcinomas de células escamosas, aparece normalmente en gente que ha tenido un consumo solar prolongado y son algo más agresivos, puesto que si no se trata a tiempo se puede convertir en una enfermedad más grave; y el melanoma, lunares que se hacen malignos y que pueden con frecuencia dar metástasis. «En estos casos es esencial el diagnóstico precoz. Por eso, nos alegra ver que las campañas de concienciación funcionan, porque ya nos llegan muchos pacientes que han sido diagnosticados por sus parejas, familia o amigos», defendió.

El ABCD del cáncer

El principal signo de alerta, en el caso del melanoma, es tener una lesión pigmentada, que puede ir del color marrón claro al negro. Esta marca debe cumplir una serie de características a las que el doctor califica como el ABCD del cáncer de piel. La A hace referencia a la asimetría de la lesión; la B a los bordes, que tienen que ser irregulares; la C al color, si tiene varios tonos; y la D al diámetro, unos seis milímetros. Con estos cuatro parámetros ya es necesario acudir al dermatólogo, porque lo siguiente es la E de evolución, cuando pica, molesta, e incluso sangra. «Otro indicador es cuando tenemos muchos lunares y hay uno que es diferente al resto, este se llama el signo del ‘patito feo’», explicó Sanmartín.

Leonor Prieto, directora científica de Laboratorios la Roche-Posay.

Leonor Prieto, directora científica de Laboratorios la Roche-Posay.

Para realizar el diagnóstico, señaló el doctor, recurren en la mayoría de los casos a la exploración clínica. Pero también cuentan con técnicas más complejas, como la dermatoscopia, que permite visualizar las lesiones con una luz polarizada y diez aumentos. «Esta técnica se puede ayudar de grabaciones que quedan digitalmente registradas y se hace un seguimiento», declaró. 

«Los tramos que tienes entre 18 y 30 años son los que menos medidas de protección utilizan»

Leonor Prieto

— Directora científica de Laboratorios la Roche-Posay

Otra técnica, pensada para las personas con más de cincuenta lunares o que tengan riesgo de desarrollar un melanoma, es el mapeo corporal. «Actualmente, estas técnicas han incorporado ya aparatología más compleja, con Inteligencia Artificial, que permite incluso hacer un diagnóstico sin la presencia de un médico y que informa de riesgos de las lesiones viéndolas por un ordenador. Se está avanzando mucho en este campo», destacó. En este sentido, los ponentes pusieron en valor la ayuda que va a significar la IA para el diagnóstico o el seguimiento del paciente, pero coincidieron en la importancia de que la decisión recaiga en el especialista: «Nunca vamos a poder prescindir del ojo clínico del dermatólogo y oncólogo», reivindicó Juan Sandoval. 

Inmunoterapia y terapia dirigida

Una vez se ha pasado la fase de diagnóstico y se ha detectado un carcinoma o un melanoma, el tratamiento dependerá del tipo de cáncer. En el caso de los más leves, explicó la oncóloga Amaya Fernández, si se ha detectado con tiempo y se encuentra en un estadio inicial, con una escisión del tumor y del tejido que lo rodea es suficiente. Para los carcinomas epidermoides que se han vuelto más graves está disponible «la quimioterapia convencional y la inmunoterapia con ensayos clínicos». 

Amaya Fernández, oncóloga médica en el Hospital de Requena.

Amaya Fernández, oncóloga médica en el Hospital de Requena.

En los más agresivos, la quimioterapia ha quedado descartada, indicó, y ya se han desarrollado tratamientos muy punteros, con buenos resultados, basados en la inmunoterapia y terapias dirigidas. «Una de las vías por las que el cáncer termina progresando es porque ha conseguido evadir el sistema inmunológico y esas células comienzan a crecer. Con la inmunoterapia lo que hemos conseguido es reactivar el sistema del paciente para que sea este el que ataque a la enfermedad», señaló. 

«En Oncología damos tratamientos lo más individualizados y personalizados posible»

Amaya Fernández.

— Oncóloga médica en el Hospital de Requena.

Para tomar la decisión sobre el tratamiento, apuntó Sanmartín, se reúne un comité interdisciplinar, con distintos especialistas que estudian caso por caso. «En oncología damos tratamientos lo más individualizados y personalizados posible», añadió Fernández. De igual modo, el pronóstico es diferente para cada paciente, puesto que depende de un sinfín de biomarcadores. El más importante es el grosor de la lesión o cuánto ha penetrado dentro de la piel, pero no es el único. Por eso, Sandoval, experto en epigenética, defiende que en esos comités estén presenten también los biólogos, como ya sucede en el IVO. 

«En cuanto a la inmunoterapia, las investigaciones están muy desarrolladas. Pero no somos perfectos, y aún no podemos predecir por qué hay pacientes que tienen una resistencia intrínseca», compartió el experto. Y es ahí donde ahora inciden los estudios científicos. «Intentamos encontrar los biomarcadores epigenéticos que utiliza el cáncer para adaptarse a las terapias. También los cambios epigenéticos que ocurren en la metástasis y que facilitan que la célula cancerígena se implante en otro órgano», afirmó Sandoval, quien quiso reclamar una «financiación estable y fuerte» para poder desarrollar la investigación y mejorar la calidad de vida de los pacientes. 

Juan Sandoval, director de la plataforma de epigenomica del IIS La Fe.

Juan Sandoval, director de la plataforma de epigenomica del IIS La Fe.

«La piel tiene memoria»

Pero para evitar llegar a esta situación, la prevención de la aparición de las lesiones es fundamental. Y eso solo se consigue con hábitos saludables de exposición al sol: utilizar fotoprotección, sombrero, gafas de sol, evitar las horas de máxima irradiación. «La OMS ya reconoce que más de tres quemaduras con ampollas pueden progresar en un futuro hacia un cáncer de piel. Tenemos un capital solar con el que nacemos y que vamos agotando. Ya hay estudios que nos dicen que a los 18 años hemos consumido el 60-80 %. La piel tiene memoria y va a llegar un momento en el que nuestra cuenta esté en números rojos», detalló Leonor Prieto. 

«Nunca vamos a poder prescindir del ojo clínico del dermatólogo y del oncólogo»

Juan Sandoval

— Director de la plataforma de Epigenómica del IIS La Fe.

Además de las lesiones por quemaduras, añadió, una exposición prolongada al sol causa una disminución del sistema inmunitario o fotoenvejecimiento, entre otras. Sin embargo, los datos recogidos sobre la población no son positivos. «El año pasado hicimos un estudio en 17 países, con 17.000 personas, a través de una encuesta de hábitos de sol. Los tramos entre 18 y 30 años son los que menos medidas de protección utilizan, tienen menos concienciación», compartió Prieto. La franja de edad en la que se detecta un aumento de la sensibilidad es entre los 45 y los 60, sobre todo «cuando se ha tenido un toque de atención», apuntó. 

Expertos frente al gigante de las redes sociales: «Nos ganan el terreno»

Las redes sociales pueden ser una herramienta muy útil para los médicos y los expertos a la hora de hacer divulgación para prevenir el cáncer de piel. Pero también son un gigante frente al que muchas veces no pueden competir. 

Son muchos los perfiles que promocionan o promueven el uso de productos no recomendados para la piel o de técnicas para ganar moreno en verano que están lejos de ser saludables. Sus miles de seguidores, muchos de ellos en edades influenciables, toman sus recomendaciones como referencia, aunque no tengan ninguna formación o experiencia en el campo. Sin embargo, su mensaje consigue un mayor alcance. 

«Las nuevas tecnologías muchas veces nos están ganando terreno. Cuando todas las sociedades científicas tienen Twitter, los profesionales de prestigio hacen divulgación, aparecen nuevas redes sociales destinadas a gente joven y nos quedamos otra vez por detrás», reconoció Amaya Fernández.

En la misma línea, Onofre Sanmartín explicó que la Academia Española de Dermatología y Venereología, la sociedad científica más antigua de España, tiene un gabinete de comunicación que intenta luchar contra estos mensajes engañosos, pero «no tenemos mucha capacidad». «Se ha reaccionado tarde», admitió. El doctor planteó la posibilidad de apoyarse en personalidades como Hugh Jackman, o en España Mónica Carrillo, para transmitir la importancia de prevenirse contra el cáncer de piel y conseguir esa conexión con el público más joven. 

Asimismo, desde la Roche-Posay se han llevado a cabo campus con influencers para trabajar con ellas el mensaje que lanzan y para que conozcan mejor la piel o el cabello. «Estamos trabajando en ese sentido para dar más información de calidad», apuntó Leonor Prieto. Para la experta, «generalmente no utilizamos bien la fotoprotección».  

Primero, porque utilizamos una cuarta parte del producto que necesitamos. Pero también porque no lo reaplicamos las suficientes veces. «El factor cincuenta más a veces lo multiplicamos por el tiempo y yo no soy muy partidaria. No es lo mismo en el laboratorio que en la calle bajo el sol. Lo tenemos que tomar como medida orientativa», señaló.