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Esteban Cuesta, el enfermero que inyectó el despilfarro en las cuentas

Sanitario de profesión y exalcalde pedáneo asumió amplísimos poderes en la empresa pública sin tener nociones básicas de gestión

Esteban Cuesta, el enfermero que inyectó el despilfarro en las cuentas

«En Emarsa se nos fue la mano y cogimos hasta el codo». Ya hace años que Esteban Cuesta tiró de la manta y contó que los gestores que el PP nombró para dirigir la depuradora de Pinedo la habían convertido en un nido de corrupción y despilfarro. Hasta 23 millones de euros de dinero público se fueron por las costuras de la depuradora en apenas seis años.

Lo había contado ya en varias entrevistas que publicó Levante-EMV, pero sus confesiones y un aparente arrepentimiento reiterado después ante el juez no le librarán de la cárcel (12 años recoge la sentencia conocida ayer). Enfermero de profesión que fue alcalde pedáneo de Benimamet, el PP lo elevó después a la gerencia de Emarsa, donde asumió amplísimos poderes aunque carecía totalmente de las nociones básicas necesarias para gestionar una empresa, según constata el juez.

Pero ello no impidió que en la época de máximo apogeo de los populares en las urnas le pusieran un sueldo de 64.000 euros anuales que se elevó después a 92.000, más que el presidente del Gobierno.

Prueba la sentencia conocida ayer que Cuesta realizó un uso abusivo del cargo que ocupó entre 2004 y 2010, que cobró sobresueldos y contrató viajes para la trama y sus familias. Ofreció obsequios y asumió otros gastos injustificables. A modo de resumen dice el juez que dirigió la empresa a su antojo, sin ningún control porque así lo permitieron quienes debían supervisarlo. Queda probado bajo membrete judicial que Cuesta inyectó en la firma pública el virus de la corrupción y el despilfarro.

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