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Prevención

Ocho municipios con máximo riesgo de riada ya tienen su plan contra avenidas

La diputación concluye los protocolos de ocho localidades con menos de 5.000 habitantes

Riola es uno de los municipios donde la diputación ya ha redactado el plan contra riadas. En la imagen, el Xúquer con gran caudal. Vicent m. pastor

La próxima gran borrasca que azote el Mediterráneo no será tan inquietante para los ocho municipios valencianos con riesgo máximo de inundación que hoy ya cuentan con un plan contra las riadas. Nada podrá evitar grandes acumulaciones de agua, pero al menos, ahora, tendrán un protocolo para actuar en caso de riesgo. La Diputación de València ha concluido los ocho primeros planes de actuación municipal que servirán a otros tantos municipios en la prevención ante el riesgo de inundaciones. Benimuslem y Sollana han sido las últimas dos localidades en tener su plan y se suman a Albalat de la Ribera, Benicull de Xúquer, Polinyà de Xúquer, Bonrepòs i Mirambell, Riola y Fortaleny, cuyos planes se han ido aprobado a lo largo del último año. En la mayoría de ellos es el río Xúquer la principal amenaza por sus desbordamientos, pero en otros, como Sollana, es el barranco del Tramusser el que más quebraderos de cabeza da a las autoridades locales. El plan resulta fundamental y es de vital importancia contar con él en estos momentos, ya que comienza la época de fenómenos meteorológicos con alto riesgo de inundaciones. Por eso, y debido a la poca capacidad técnica para elaborar un protocolo propio, ha sido la diputación quien ha puesto sus medios al servicio del municipio para estudiar y analizar exhaustivamente la problemática específica de cada territorio según su geografía y orografía. Así se han redactado íntegramente los informes pertinentes y se ha trasladado a los ayuntamientos y sus fuerzas y cuerpos de seguridad cómo proceder ante una posible situación adversa.

En todos ellos, es el alcalde o alcaldesa del municipio quien debe decidir si se aplica o no el plan y cuándo hacerlo. Cada protocolo cuenta con varios apartados en los que se analiza el riesgo propio en cada una de las zonas del término municipal más vulnerables. Además, se establece una estructura organizativa para intervenir en caso de emergencia y se especifican los procedimientos a llevar a cabo, siempre teniendo en cuenta los medios y recursos disponibles en el municipio. En el caso de Albalat de la Ribera, que fue el primer municipio al que se le realizó el plan de prevención, se contempla el corte con vallas de la calle del Riu, uno de los puntos críticos, ya que se encuentra muy cerca del Xúquer. Así se impediría que el agua entrara en la población. Si no es suficiente, también se plantea cerrar las compuertas de la Acequia Real, ya que una parte entra dentro del pueblo. La diputada de Asistencia a Municipios, Amparo Orts, calificó de «fundamental» que cada municipio cuente con un plan propio y específico y no uno general. «Se trata de evitar repetir situaciones dramáticas como las del pasado», explicó para destacar que haya sido la diputación quien se haya puesto manos a la obra sin que los municipios tuvieran que solicitarlo.

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