Sergi Escobar se enfrenta el domingo, en parte, contra sí mismo. El técnico del Castellón es consciente de la responsabilidad que tiene en el duelo contra el Portugalete. Tras siete años de infierno, puede devolver a los albinegros a Segunda División B y entrar en la galería de héroes. Pero para ello debe romper su maldición personal con las promociones de ascenso.

El entrenador almassorense vive al frente del CD Castellón su quinta fase de ascenso en las últimas siete temporadas, y de momento no ha conseguido su objetivo con ninguno de los equipos que dirigió. Alqueries, Almazora, Burriana y Onda se quedaron a las puertas de Tercera División con el preparador castellonense, algo que Escobar espera revertir este domingo en Castalia.

En la temporada 2011-2012, a Escobar se le escapó el ascenso con el Alqueries en la ronda definitiva contra el Utiel. Los arlequinados, en una dura pugna con el Burriana que subió ese año a Tercera, terminaron en segundo posición del grupo I de Preferente con 83 puntos, uno menos que los celestes. Después de superar la primera eliminatoria, el Alqueries viajó a La Celadilla donde, como el Castellón en La Florida, logró un empate a uno. Pero en casa, los de la Plana Baixa no pudieron mantener la ventaja y cayeron por 1-2 contra los valencianos.

Dos temporadas más tarde, la historia se repitió con el Almazora, aunque en esta ocasión el equipo no pasó de la primera ronda del play-off. Con los blanquinegros, en la 2013-2014, acabó de nuevo en segunda posición con 69 puntos, a tres del Puzol. Pero en el primer cruce, contra el Benigànim, perdió por 1-0 en tierras valencianas y cayó de nuevo, en esta ocasión por 2-3, en el José Manuel Pesudo.

Hace dos campañas, Escobar rozó el ascenso con el Burriana. Un solo gol le alejó de romper su gafe. Con los del San Fernando terminó en la tercera plaza del grupo I, con 64 puntos. En una igualada eliminatoria, se deshizo de La Nucía tras empatar a uno en casa y después de ganar por 3-5 en el Camilo Cano. Pero en su tierra, frente al Almazora, hincó la rodilla por un gol en la prórroga que invalidó el empate sin goles de Borriana.

Su relato de desencuentros con las promociones se cierra la temporada pasada con el Onda. Los rojiblancos hicieron valer su ventaja en los duelos directos con el Roda para hacerse con la primera posición del grupo. Pero Escobar y sus pupilos no pudieron defender en casa la ventaja lograda en Benigànim en su primer cruce. En el Municipal empataron a uno, pero las castellonenses perdieron por 1-2 en la Serratella.

Un ascenso sin promoción

Es curioso comprobar que la única ocasión en la que Escobar logró el ascenso, desde su salida del Castellón, lo hizo sin pasar por la promoción de ascenso. En la temporada 2014-2015, el entrenador de Almassora condujo al Segorbe a Regional Preferente después de terminar en primera posición del grupo II de Primera Regional.

Ahora Escobar busca repetir este éxito, pero para ello debe terminar con su particular maldición. Un Castalia con un ambiente de gala intentará guiar al preparador hasta el mayor hito de su carrera como técnico y poner fin a la travesía del Castellón de siete años por Tercera División.