El presidente de la Generalitat Valenciana Carlos Mazón actuó de forma diligente, cesando a los tres consellers de Vox y publicando esa misma noche su cese en el DOGV nada más conocerse que el partido de Abascal rompía sus pactos con los populares. La misma celeridad que demostró cuando el PP ganó las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo e incorporó a Vox al gobierno de la Generalitat valenciana, siendo el primer presidente autonómico que formalizaba ese acuerdo.

La remodelación del Consell con el nombramiento de tres nuevos consellers: Miguel Barrachina, Salomé Pradas y José Antonio Rovira, la eliminación de la vicepresidencia primera y de la conselleria de Cultura que ostentaba Vicente Barrera y que ahora pasa a Educación y Deporte se ha producido también en un tiempo récord.

Falta todavía por saber, si la ruptura, como quiere Santiago Abascal,  se va a extender también a los Ayuntamientos donde Vox sigue siendo socio de gobierno con los populares en más de un centenar de ayuntamientos en toda España. Por lo que se refiere a Valencia, el PSPV ha manifestado su disposición a apoyar al PP, si rompe definitivamente con Vox y con sus políticas. A Compromís ni está ni se le espera en ese hipotético apoyo al PP.

Carlos Mazón ha garantizado la estabilidad del gobierno de la Generalitat, tras su ruptura con Vox y no contempla un adelanto electoral que por otra parte le han pedido tanto el PSPV como Compromís que la reclaman a nivel autonómico y municipal, pero no  en el caso de  unas generales.

Vox ha demostrado ser un socio poco de fiar y los populares deberían tomar buena nota de ello.

Si por algo se ha caracterizado Carlos Mazón desde que llegó a la presidencia de la Generalitat hace ahora poco más de un año ha sido, precisamente, por tender la mano al resto de partidos de la oposición en cuestiones fundamentales como la financiación, el Corredor Mediterráneo la ampliación del Puerto o el agua. Cuestiones que requieren de la unidad de todas las formaciones políticas para hacer más fuerza en Madrid.

Quedan por delante tres años de legislatura con un gobierno en minoría donde el PP va a tener que pactar con el resto de fuerzas políticas, también con Vox, para sacar adelante sus iniciativas parlamentarias sino quiere ir a una repetición electoral.