Salir a tomar la fresca por la noche en verano a la puerta de la casa con un par de sillas, rodeado de la familia o de buenos amigos es algo habitual en los pueblos. Una tradición rural veraniega en la época de los tiktoks, internet, móviles y  redes sociales que no debe perderse. Es una buena manera, además, de vencer al calor en plena canícula. Por las noches suele refrescar, así que siempre es bueno tener cerca una prenda de abrigo.

La costumbre que existe todavía en muchos pueblos de España de salir por la noche a la puerta de la casa y mantener una tertulia entre familiares o amigos forma parte del arraigo popular que se mantiene impertérritamente, aunque cada vez son más los ayuntamientos que ponen trabas a estas reuniones a pie de la calle.

Salir a la fresca, tomar la fresca, echar el fresco. Así se denomina popularmente a un ritual que cada verano vuelve en las plazoletas y callejas de nuestros pueblos.

Siempre que me encuentro con un grupo de personas participando de este ritual, sentados en sus sillas, entablando una conversación amigable descubro la tranquilidad de vivir en los pueblos frente al bullicio de la gran ciudad.