Arde el monte valenciano -el fuego ha engullido 650 hectáreas en Tàrbena- y los bomberos forestales se dejan la piel por controlarlo desde hace días. Pero el incendio no es el único frente para estos profesionalesl, que afrontan una temporada de incendios que se prevé catastrófica sin refuerzos de personal y con una ristra de reivindicaciones laborales sin cumplir desde hace años.

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