La Comisión de Hacienda del Ayuntamiento de València aprobó ayer una modificación de crédito, la octava del año, para destinar 800.000 euros a la limpieza del colector norte de la ciudad. No es, sin embargo el total del dinero que se gastará en limpiar esta gigantesca tubería de 5 metros de ancho por 2,5 de alto, ya que se ha detectado un atasco de aproximadamente un kilómetro de largo provocado, básicamente, por las toallitas higiénicas, de las cuales ya se han sacado cientos de toneladas.

Puede decirse que antes que en Londres, donde un tapón de 130 toneladas colapsó los colectores de la época victoriana, València ya había detectado una situación similar. Según información oficial, la sección de saneamiento del Ciclo Integral del Agua del Ayuntamiento de València, detectó el pasado mes de febrero una importante obstrucción en el tramo II del Colector Norte, una tubería de cinco metros de ancha que va desde el puente de l'Asut de l'Or hasta el barrio de Nazaret.

Ese tramo concreto está dividido en dos secciones, una para aguas residuales que va por la parte de abajo y otra para aguas pluviales, que va por la parte de arriba. Y ambas están comunicadas por «ventanas». Pues bien, al parecer, en una inspección rutinaria se detectó que la parte de pluviales llevaba aguas residuales, es decir, estaba rebosando la tubería de aguas negras e incluso existía la posibilidad cierta de que esas aguas acabaran desbordando el colector y produciendo un vertido masivo al antiguo cauce del Trubia, lo que habría constituido un peligro para el medio ambiente y un problema sanitario de primer orden para la población.

Hechos los correspondientes estudios se vio, además, que la obstrucción no estaba localizada en un punto concreto, sino que abarcaba la totalidad de los 1.000 metros que tiene este tramo de colector y que se extendía tanto aguas arriba como aguas abajo, donde sigue el tramo II del colector con una longitud de casi 2.000 metros que llega a la depuradora de Pinedo.

Procedimiento de urgencia

Pinchando desde la superficie en diferentes puntos del atasco se comprobó también que era continuado y que en gran medida estaba provocado por las peligrosas toallitas higiénicas, un problema del que el ayuntamiento lleva advirtiendo mucho tiempo, con una ordenanza incluso que penaliza estos vertidos, que ha provocado el gran atasco de Londres.

Vista la situación, el Ciclo Integral del Agua, junto con la empresa UTES Saneamiento de València, responsable del mantenimiento y conservación del saneamiento municipal, hicieron un balance de los trabajos que hacían falta y pidieron por el procedimiento de urgencia 2.235.000 euros para afrontar las obras, partida que le fue concedida y que se ha ido obteniendo del presupuesto y de modificaciones de crédito, la última la de ayer, con 800.000 euros. De todas formas, los trabajos no han terminado y todo parece indicar que el coste final no será tan elevado.

Como ya publicó este periódico, para hacer esos trabajos de limpieza ha sido necesaria maquinaria especial, accesos especiales y equipamientos especiales para soportar los gases que emanan las tuberías. Se ha tenido que recurrir incluso a otros colectores alternativos para aligerar la carga de aguas mientras duran las obras. A finales del mes de agosto ya se habían sacado 500 toneladas de residuos, la mayor pate de los cuales eran toallitas higiénicas. Y los trabajos continúan ahora en su fase más complicada.

Para el concejal de Hacienda, Ramón Vilar, que fue el que dio cuenta de la modificación de crédito, «el problema es gordo», aunque finalmente la situación parece estar controlada.