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El barrio de Russafa sólo tiene un colegio público para sus 25.000 habitantes. Gran parte de los alumnos de infantil y primaria tienen que acudir a los tres colegios concertados de la zona. Y aun así el año pasado más de 800 niños tuvieron que ser escolarizados en centros situados fuera del barrio, alguno de ellos a gran distancia.

Estos datos fueron ofrecidos ayer por Inma Bauset, portavoz de la Plataforma per Russafa, ante el solar de la calle Puerto Rico número 5, donde la conselleria tiene previsto construir un colegio que nunca llega. La acompañaba la diputada socialista Ana Noguera y un grupo de vecinos que exigían con sus pancartas un colegio público "ya".

La urgencia es precisamente el factor en el que más incidieron los convocantes. Inma Bauset recordó que la aprobación del proyecto y la colocación de la primera piedra datan del año 2002 y que ocho años después no se ha avanzado nada. El aparcamiento subterráneo incluido en el Plan RIVA complicó las cosas, pero una vez "aparcado" y con el proyecto de ejecución ya aprobado, piden que no se demore ni un día más, que sea uno de los 48 colegios que el conseller de Educación, Alejandro Font de Mora, dijo que construiría en el próximo año y medio.

Según sus cuentas, si el proyecto se sacara a licitación, se adjudicaran las obras y se construyera de forma inmediata, no pasarían más de 22 o 24 meses hasta su finalización, lo que significa que en el curso 2012-2013 podría entrar en funcionamiento y resolver gran parte de los problemas de escolaridad que hay en el barrio.

Bauset explicó que el año pasado había 1.023 niños de Russafa escolarizados en el barrio, de los cuales 444 estaban en el único colegio público de la zona, el Jaime Balmes; 225 en las Escuelas Profesionales de Artesanos; 225 en el colegio San José (Franciscanas de la Inmaculada); y 129 en el Centro de Estudios García Broch.

Pero esos 1.023 alumnos apenas representan el 55,5% de los escolares, de manera que el resto, 820, tienen que desplazarse a otras zonas de Valencia donde hay plazas libres. La mayoría de ellos acuden, concretamente, a colegios de Las Carolinas, Campanar, Benimaclet y Monteolivete, lo que significa que "tienen que coger una ruta de autobús que cuesta más de 200 euros al mes y que se hace muy cuesta arriba en tiempos de crisis".

Hay, además, un elemento muy importante para Inma Bauset, que es el desarraigo de los niños respecto al barrio, la ausencia de cohesión social y la falta de actividades comerciales y sociales complementarias.

"En este caso debemos tener en cuenta que el retraso de un mes puede significar el retraso de un curso", dijo Bauset, que ha acudido a Ana Noguera para que lleve el tema a las Corts y obligue al conseller a pronunciarse.