Una brutal paliza cuyos golpes se centraron en el rostro de su víctima hasta desfigurarlo. Esa es la causa de la muerte del médico de 63 años asesinado en su domicilio del barrio de Monteolivete, cuyo cadáver fue encontrado maniatado y con una bolsa en la cabeza, según el resultado preliminar de la autopsia realizada en el Instituto de Medicina Legal de Valencia. Asimismo, mientras durante todo el día de ayer el equipo de policía científica realizaba una minuciosa inspección ocular del domicilio de la víctima, en un séptimo piso de la avenida Peris i Valero, el grupo de Homicidios de la Policía Nacional prosigue sus investigaciones para identificar al autor del crimen.

Como adelantó en exclusiva Levante-EMV, el fallecido, identificado como Vicente Soler, tenía antecedentes por corrupción de menores, delito por el que fue detenido por la policía en 1995. De hecho, la ahora víctima del asesinato fue juzgado un año después en un macrojuicio contra la mayor red de producción y distribución de pornografía infantil desmantelada en tierras valencianas hasta la fecha. La citada organización de pedófilos grabó miles de vídeos y otras tantas fotografías con centenares de niños, de entre siete a 16 años, en la década de los 80 y principios de los 90. Posteriormente este material pornográfico, financiado por un septuagenario norteamericano, era distribuido en los EEUU.

La Sección Quinta de la Audiencia de Valencia juzgó en octubre de 1996 a diez miembros de esta red, entre los que se encontraba el ahora fallecido, quien fue absuelto al haber prescrito ya el delito de corrupción de menores por el que era acusado, según el periodo de caducidad que contemplaba el anterior Código Penal para este tipo de delitos. Así, en la sentencia se consideró acreditado la participación de éste en los vídeos pero al tratarse de grabaciones hechas en 1983 los magistrados tuvieron que absolverle.

Entre los dos diez procesados había un profesor de Puçol con doble nacionalidad irlandesa y americana -encargado de las filmaciones y posterior distribución en los EEUU-, un joyero valenciano, un capitán de caballería y hasta un conocido cantante de Cant d’Estil. Aunque inicialmente la Fiscalía solicitaba para ellos penas que ascendían a los 135 años de cárcel, solo cuatro de ellos fueron condenados a penas de entre dos a seis años al beneficiarse de la modificación del Código Penal que entró en vigor ese mismo año.

No obstante, la sala consideró acreditado que la citada red captaba a menores en colegios, lugares de ocio o en la calle, y les invitaba a meriendas, partidos de fútbol, o incluso pagándoles pequeñas cantidades de dinero, para que accedieran a firmar los vídeos de contenido sexual como si se tratara de una especie de «juego». las filmaciones se llevaban a cabo en pisos de Valencia, Cullera, Xirivella y Mislata, así como en espacios exteriores como el Saler y Porta Coeli.

Aunque tras el hallazgo del cadáver e identificación del fallecido los investigadores tuvieron en cuenta dichos antecedentes del fallecido, parece prácticamente descartado que su muerte guarde relación con estos hechos ocurridos hace ya unos treinta años. Así, las pesquisas se centran en seguir el rastro de las últimas llamadas recibidas y realizadas desde el teléfono móvil de la víctima, para determinar si la noche en la que se produjo el crimen quedó con alguien en su domicilio de la avenida Peris i Valero de Valencia.

Con un objeto contundente

Todo indica que la muerte se produjo precisamente en la madrugada del jueves, unas quince horas antes de que fuera encontrado su cuerpo después de que un vecino accediera al piso junto al administrador de la finca, con la ayuda de un cerrajero, debido a unas filtraciones de agua que procedían del piso de arriba, y tras no poder localizar a su propietario. Un vecino incluso escuchó ruidos de golpes pasadas las doce de la noche, aunque en ese momento no le dio importancia.

La casa fue encontrada totalmente revuelta, como si el autor buscara algo o se tratara de un robo, aunque los investigadores no descartan que se trate de una escena preparada por el asesino para tratar de despistar a la policía. El cadáver de Vicente Soler fue encontrad tendido en el suelo del salón, debajo de la mesa, maniatado y con una bolsa de plástico atada en torno al cuello, sobre un charco de sangre. La autopsia indica que la causa de la muerte fueron los traumatismos craneoencefálico, y debido a la fuerza de los golpes se baraja que el autor y autores habrían utilizado un objeto contundente además de los puños.

Los vecinos de la finca donde vivía solo el fallecido apenas lo conocían y se mostraron ayer perplejos por los antecedentes pedófilos de éste, así como por las circunstancias en las que fue encontrado su cadáver.