La Policía Nacional ha detenido a dos de sus agentes, un oficial y un policía de la Brigada Provincial de Policía Judicial, acusados de un delito de lesiones graves por supuestamente propinar una paliza a dos sospechosos a los que estaban siguiendo en el transcurso de una investigación. Según fuentes de toda solvencia consultadas por Levante-EMV, una de las víctimas tiene una fractura de costilla con afectación pulmonar y el otro un ojo con lesiones.

Los hechos sucedieron el pasado viernes en Valencia, cuando los dos policías nacionales, de paisano, vigilaban a dos hombres sospechosos de formar parte de un grupo criminal organizado, especializado en robos en viviendas, uno de los delitos que más han subido en la ciudad de Valencia y que mayor preocupación genera en los mandos policiales.

Al parecer, en un momento determinado los dos sospechosos, un ruso y un georgiano que ya habían sido detenidos por la Policía Nacional solo siete días antes por el mismo motivo, descubrieron que dos hombres les estaban siguiendo.

Ambos se encararon con los policías y les pidieron explicaciones. Aunque las circunstancias de ese encontronazo no han trascendido, algunas fuentes ponen en duda que los agentes llegasen a identificarse como tales, lo que habría destapado la investigación, si bien este extremo no ha podido ser confirmado de manera oficial.

Acabaron en el hospital

En cualquier caso, todo apunta a que hubo una agresión física hasta el punto de que los dos hombres acabaron en el servicio de urgencias de un hospital de Valencia, donde relataron que dos hombres armados les habían estado siguiendo y les habían propinado una paliza.

La exploración médica detectó que uno de ellos, de nacionalidad rusa, sufría perforación pulmonar como consecuencia de la fractura de una costilla por un golpe propinado con un objeto contundente, mientras que el otro sufre lesiones en un ojo derivadas, así mismo, de un golpe, posiblemente con el mismo objeto.

La denuncia ante los médicos del servicio de urgencias hizo que el responsable de esa área emitiese un informe al juzgado de guardia, dando cuenta de la existencia de dos pacientes con lesiones graves derivadas de una agresión. Este diario no ha podido confirmar si los dos heridos llegaron a aventurar ante los médicos que los agresores podían ser agentes de la Policía o si desconocían por completo esta circunstancia.

En todo caso, esa denuncia puso en marcha la correspondiente investigación policial. Al tratarse de un delito de lesiones (contra las personas), el caso fue encomendado al grupo de Homicidios. Los investigadores averiguaron que se trataba de dos agentes de la misma brigada policial, la de Policía Judicial, y los citaron a última hora del viernes en sus dependencias.

Tras informarles de que estaban detenidos por sendos presuntos delitos de lesiones graves, les tomaron declaración y, una vez concluidas las diligencias, ambos pasaron la noche en la Jefatura Superior de Policía de Valencia.

Al día siguiente, sábado, sus propios compañeros los llevaron en un coche camuflado al juzgado de guardia, que dictó libertad provisional (con cargos) tras interrogarlos a ambos en presencia de sus abogados y analizar el atestado elaborado por el grupo de Homicidios.