La Audiencia de Valencia ha absuelto hoy al empresario Francisco Ramírez de la muerte de dos de los atracadores que asaltaron el chalé de la familia Ferri en Canals (Valencia) el 4 de enero de 2006, al considerar que disparó contra ellos en legítima defensa.

Así lo indica la sentencia leída por la Sección Segunda de la Audiencia provincial, que además condena a los asaltantes a penas de entre 12 y 23 años de prisión por delitos de robo con violencia y uso de armas, y detención ilegal, entre otros.

El asalto fue planeado y ejecutado por un grupo de al menos doce personas de diferentes nacionalidades, de las cuales siete han sido juzgadas en esta misma causa y dos resultaron muertas.

Sobre las 20.15 horas del citado día, según relata la sentencia, llegaron en diferentes vehículos a la finca donde vivían Francisco Ramírez y su esposa, yerno e hija del propietario de la empresa textil Ferry's.

Algunos de ellos se quedaron en el exterior vigilando y el resto saltó la valla que circundaba el terreno y entró en primer lugar a la vivienda de los caseros, a quienes maniataron y amordazaron para conseguir la llave del chalé.

Los asaltantes ocultaban su rostro con pasamontañas y llevaban, al menos, un arma de fuego, otra de aire comprimido y dos navajas.

Utilizando la llave entraron en la vivienda principal e irrumpieron "súbitamente" en el salón, donde ataron al matrimonio de pies y manos arrojándolos a ambos al suelo y les apuntaron con una pistola en la cabeza.

Después golpearon violentamente al empresario y le hicieron abrir una de las cajas fuertes de la casa, en la que apenas había objetos de valor, y posteriormente la otra, que se encontraba en el dormitorio principal.

Ramírez, a quien habían tirado sobre la cama y cubierto con un edredón, le dijo a los dos asaltantes que le custodiaban que se encontraba mal y les pidió que le trajeran agua.

Uno de ellos fue al cuarto de baño para traerla, y entonces el empresario aprovechó para coger una pistola que escondía debajo del colchón y montar un cargador de balas, pero el ruido alertó al que le vigilaba, que se abalanzó sobre él y le clavó un cuchillo.

La víctima efectuó un disparo al aire que hizo a los asaltantes huir hacia la planta baja de la vivienda, desde donde uno de ellos disparó dos veces.

El empresario abrió fuego en cuatro ocasiones contra ellos desde la escalera alcanzando a uno de los atracadores en la cabeza, lo que le provocó la muerte en el acto, y a otro en el muslo atravesándole la arteria femoral, por lo que falleció transcurridos quince minutos.

Tras el intercambio de disparos, los asaltantes huyeron de la finca y abandonaron por el camino las armas, el dinero y las joyas de las que se habían apoderado.

La sentencia de la Sección Segunda considera que el empresario juzgado actuó en legítima defensa, por lo que queda exento de responsabilidad penal.

Según destaca en su fallo, la situación en la que se encontraba, con su esposa maniatada, golpeados y amenazados ambos de muerte, le hicieron temer "razonablemente" que sus vidas corrían peligro.

"Se trataba de un grupo de numerosos atracadores, que tenían armas de fuego y armas blancas, que eran violentos y que les habían proferido amenazas de muerte", señala el tribunal, que considera "admisible que disparara en respuesta a algunos de los disparos efectuados por los asaltantes".

En tales circunstancias, "la situación de riesgo era grave" y "la posibilidad de recurrir a otros medios de defensa, nula", subraya la sentencia, que justifica el uso de la pistola como "el único medio" a disposición del empresario "para poner fin, o al menos intentarlo, a una agresión contra él y contra su esposa".

Los asaltantes, condenados en este mismo juicio a penas que oscilan entre los 12 y los 23 años de prisión, deberán indemnizar al empresario con una cantidad total de 11.538 euros y no podrán acercarse ni comunicarse con el matrimonio durante dos años.

Francisco Ramírez manifiesta que la sentencia "demuestra que la verdad sólo tiene un legítimo camino"

La sentencia leída por la Sección Segunda de la Audiencia provincial considera que Ramírez disparó contra ellos en legítima defensa y condena a los asaltantes a penas de entre 12 y 23 años de prisión por diferentes delitos, entre ellos robo con violencia y uso de armas.

En este sentido, el yerno del propietario de la empresa textil Ferry's ha explicado que estaba "tranquilo" antes de conocer la decisión de la Audiencia, puesto que se ha demostrado "cuál es la auténtica verdad".

"Por mucho que han querido mezclar y hacer los defensores de estos señores", ha añadido Ramírez en referencia a los asaltantes, "me defendí, y estamos vivos gracias a que me defendí y nada más".

El abogado de Ramírez, José Antonio Prieto, ha indicado que no se recurrirá la sentencia porque es "suficientemente justa, condena a casi todo el mundo por todos los delitos" y está "bastante equilibrada y ajustada al código penal".

Además, el letrado ha explicado que la parte más destacada de la decisión de la Audiencia Provincial es "la legítima defensa", ya que es "muy importante" que, si se dan "todos los presupuestos y los requisitos, triunfe, como ha ocurrido aquí".

Sin embargo, Ramírez ha comentado que alguien "se ha escapado", una persona de la que no ha querido decir su nombre pero sobre la que ha afirmado que "sería el primero que debía de estar, porque es el promotor de todo, aunque no se puede probar".

"La justicia es lenta pero llega", ha aseverado el empresario absuelto, quien ha añadido que el proceso judicial "ha durado muchísimo tiempo" y que ahora "ya se puede decir que ha pasado todo, gracias a Dios".

A juicio de Ramírez, todo este tiempo ha sido "una etapa más de la vida", por lo que ha mostrado su voluntad de "continuar como hasta ahora, seguir viviendo".

Para empezar, ha explicado, tapará los agujeros de bala de la vivienda donde se produjo el suceso, que no había reparado antes "por si acaso decían que mentía", hará desaparecer "todo rastro" del incidente, y enseñará a su perro "a que deje entrar a los buenos nada más".