Néstor Franco, el joven de 23 años que declaró la pasada semana ante la policía nacional por las agresiones a cuatro menores y un adulto en Benirredrà durante un acto del Grup d'Acció Valencianista (GAV) contra la Trobada d'Escoles en Valencià que tenía lugar en esa localidad, explicó ayer este periódico que actuó en defensa propia.

Franco aseguró que acudió a la concentración del GAV porque la semana antes había visto por las redes sociales «amenazas» contra miembros de ese colectivo. «Mi primo pequeño y otros familiares iban a ir a esta concentración y fui por si pasaba algo», aseguró este joven, que forma parte del colectivo Gandiblues, los ultras del CF Gandia.

Franco afirmó que iba a comer a una bar junto a otros amigos y que pasaron por delante de ellos «ocho o nueve redskins (cabezas rapadas de extrema izquierda) riéndose y provocando». Fue, asegura, tras esta actuación de los agredidos que «empezó la pelea». «Las pruebas correspondientes las entregaré en el juicio», añadió el joven, quien manifestó que «si hubiera estado la policía no hubiera habido tiempo para la pelea». «¿Si estos chicos iban a les Trobades, qué hacían burlándose y vestidos de skins?», dijo Franco.

El joven aseguró que la manifestación del GAV estaba autorizada, y no la contramanifestación que «los insultó».

Como publicó Levante-EMV, la Policía Nacional ha abierto diligencias contra varias personas a partir de las denuncias que se han formulado cuando llegaron los partes de lesiones de dos jóvenes, uno de ellos menor de edad, que fueron agredidos cuando acudían a la Trobada de Benirredrà.

Tras la detención de dos personas presuntamente implicadas en los hechos, Escola Valenciana, organizadora de la Trobada, estudia personarse en la causa judicial al considerar que aquello fue una agresión por motivos ideológicos.

Varias formaciones políticas advirtieron a la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana de que no era recomendable autorizar una manifestación del GAV a tan poca distancia de la Trobada porque se podrían generar incidentes, como finalmente ocurrió.

Por otra parte, el grupo de Compromís en el Ayuntamiento de Gandia registró ayer una moción exigiendo a la Delegación del Gobierno que ordene investigar los hechos, aclare las amenazas de muerte recibidas por los diputados de Compromís en las Cortes Valencianas y otros cargos públicos.

La concejala Lorena Milvaques dijo ayer que «nos resulta sospechoso y condenable que todas las actuaciones policiales vayan en un mismo sentido. La Delegación del Gobierno tiene una clara responsabilidad en los hechos ocurridos en Benirredrà por permitir la concentración del GAV».

«A pesar de las advertencias del Ayuntamiento de Benirredrà y de diferentes organizaciones políticas se autorizó por la Delegación del Gobierno una concentración del GAV, que se caracteriza por sus protestas violentas y que ya contaba con antecedentes de agresiones a la comarca, como la que sufrió la concejala del Bloc Nacionalista Valencià de l'Alqueria de la Comtessa, Maite Peiró, mientras participaba en un Correllengua que todavía hoy, seis años después, no ha supuesto ninguna condena o denuncia a nadie, a pesar de que el grupo agresor estuvo plenamente identificado por los medios de comunicación».