El derribo del molino que linda con el barranco de la Casella permitirá a Carreteras mantener el ramal de la CV-50

La Confederación Hidrográfica modificará el proyecto de encauzamiento ante la perspectiva de derribar la construcción

El Ayuntamiento de Alzira ya negocia con los propietarios la compra tras aprobar la descatalogación

Ramal que baja de la CV-50 y, al fondo, el molino que se pretende derribar y que constriñe el barranco.

Ramal que baja de la CV-50 y, al fondo, el molino que se pretende derribar y que constriñe el barranco. / Perales Iborra

La demolición del Molí de Montagud, el antiguo molino arrocero que linda con el barranco de la Casella a la altura del Pont de Xàtiva, una vez el Ayuntamiento de Alzira formalice la descatalogación del edificio, permitirá a la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente mantener en la orilla de enfrente el ramal de desaceleración de la CV-50 que que se veía afectado por el proyecto de ampliación del barranco, según han confirmado fuentes de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), entidad encargada de esta actuación diseñada para proteger Alzira de las inundaciones.

El Ayuntamiento de Alzira ya negocia con los propietarios la adquisición del molino, según ha confirmado el concejal de Urbanismo, Andrés Gomis, después de que la corporación aprobara en el pleno de febrero tramitar una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para sacar el inmueble del catálogo de bienes y espacios protegidos debido a su mal estado y a que las edificaciones existentes no corresponden al molino original debido a las sucesivas modificaciones realizadas. La propuesta abogaba por conservar la chimenea de ladrillo cerámico y estudiar su declaración como Bien de Relevancia Local para garantizar su conservación.

La CHJ, que ya había sometido a información pública el proyecto de ampliación del barranco, una actuación que abarca un tramo de 750 metros entre el Pont de Xàtiva y la desembocadura en el Xúquer, con un coste estimado en 24 millones de euros, ha iniciado los trámites para formalizar un contrato de servicios de ingeniería que permita actualizar el proyecto ante la posibilidad de derribar el molino. Las mismas fuentes señalan que el proyecto original sí que afectaba al ramal de deceleración de la CV-50, mientras que con la demolición del molino se respetará este carril, lo que propiciará “que el procedimiento para la ejecución del encauzamiento sea más sencillo”. El cambio también atendería la demanda del Ayuntamiento de Carcaixent de que se respeten los accesos que existen actualmente mientras no disponga de otra alternativa.

El alcalde de Alzira, Alfons Domínguez, ya comentó que la CHJ veía con buenos ojos la propuesta municipal de descatalogar y derribar el molino no tanto por la posibilidad de dar mayor amplitud al cauce del Casella, como por la de abaratar costes. Gomis señala tras los contactos mantenidos que existe buena predisposición por parte de los propietarios para llegar a un acuerdo.

Tanto el ayuntamiento como la Federació d'Associacions de Veïns d'Alzira habían reclamado la ampliación del barranco en el punto crítico que representa el Pont de Xàtiva, esta última incluso en las alegaciones presentadas al proyecto presentado por la CHJ.

La ampliación del tramo final del Casella es una de las actuaciones diseñadas para mejorar la seguridad de Alzira frente a inundaciones que provoca este barranco. Por otra parte, el ayuntamiento trata de consensuar con la dirección general del Agua un proyecto de ampliación del Pont de Xàtiva, que hoy representa un cuello de botella en caso de crecida del barranco con los cinco millones de euros asignados por el Gobierno central en los Presupuestos Generales del Estado de 2023. Una tercera actuación para proteger el núcleo urbano contempla la ampliación del lecho del torrente aguas arriba del Pont de Xàtiva, hasta la Tancà de Sant Antoni.