La evidencia de que la falta de liquidez ahoga a la Generalitat, ejemplificada en varios episodios, se constató de nuevo el jueves. Unos 2.500 empleados públicos que trabajan en el Servicio Valenciano de Empleo y Formación (Servef) y en el Instituto Valenciano de Discapacidad (Ivadis) dejaron de ingresar la nómina del mes de junio, además de la paga extraordinaria. El calendario de pagos obliga a abonar ambos ingresos el 23 de junio. Los trabajadores del Servef han recibido una circular interna en la que se les anuncia que el cobro de la paga extra y la nómina de junio se efectuará la próxima semana. Tanto el sindicato UGT como Esquerra Unida han alertado sobre esta situación, dado que «genera alarma entre los trabajadores de un servicio público básico para la atención de 600.000 personas desempleadas» en la Comunitat Valenciana. El Servef ha admitido falta de liquidez, pero debido a los plazos, dado que ha habido un cierto retraso en algunos pagos del Estado, y tranquilizó a los empleados. Al parecer, la Conselleria de Hacienda no ha podido hacer frente a sus obligaciones, dado que ha tenido también que pagar algunos vencimientos de la deuda. El problema se puede extender a otros departamentos de la Generalitat, como ya ha sucedido en algunos casos. El nuevo conseller de Hacienda, José Manuel Vela, que no es nuevo en la plaza y se ha ocupado de estos asuntos, habrá de aclarar la situación y explicar cuál es la dimensión del problema, que se une al impago a los proveedores de sanidad, cuyas reclamaciones son reiteradas. En ese departamento –en Sanidad– tampoco los trabajadores de algunos hospitales habían cobrado la paga extra ayer en los plazos fijados por el calendario laboral.