Las cuentas de la depuradora pública Emarsa parecen un pozo sin fondo de irregularidades en la gestión. Tras las numerosas anomalías detectadas meses atrás —que incluso han dado lugar a una denuncia ante los tribunales por parte de los máximos responsables de la empresa ya liquidada—, Levante-EMV desvela hoy la existencia de una quinta empresa que alega disponer de un contrato para depurar en exclusiva los lodos de Pinedo y que ya han sido facturados por al menos otras cuatro compañías. De acuerdo con la demanda judicial, se supone que Ardeatina realizaba sola un trabajo por el que también han cobrado Notec, Printergreen, Hispavás —del candidato del PP a la alcaldía de Albuixech, José Alcácer— y la esposa de este último, Francisca Ruiz.

El agujero contable de Emarsa asciende a 17 millones de euros, según las cuentas aprobadas para la disolución de la empresa. Pero las diferentes reclamaciones y las nuevas irregularidades detectadas amenazan con agrandarlo de forma importante. La evidente falta de control en la contabilidad puede haber facilitado un auténtico saqueo de las finanzas de esta empresa pública a la que la Generalitat ha tenido que ir inyectando fondos todos los años. Si a esta duplicidad de pagos se le suma el desmesurado capítulo de personal —el clientelismo político condenó a la firma a multiplicar su plantilla — y de gastos varios, el escándalo alcanza tales proporciones que su máximo responsable, Enrique Crespo, debe aportar toda la luz sobre el mismo, al margen de la resolución que se alcance por la vía judicial.