La Generalitat Valenciana está siguiendo una política integral de introducción de las TIC en el sistema educativo valenciano desde hace más de 13 años. Por eso, frente a las falacias de quienes señalan que haber sido excluidos del programa Escuela 2.0 por el Ministerio provocará un retroceso en la aplicación de las nuevas tecnologías en las aulas, quiero señalar que nada más lejos de la realidad.

La Generalitat ha invertido hasta el momento alrededor de 88 millones de euros para implantar las TIC en el aula. En primer lugar fueron las primeras aulas de informática, las aulas «Infocole», en el año 96. Posteriormente, en 2003, la apuesta por el uso del software libre en el sistema educativo valenciano, con la creación de LliureX (distribución GNU/Linux) y que actualmente está presente en todos los centros educativos valencianos.

Desde 2007, planes como «MAS-TIC» e «INTEGRA-TIC» han permitido generalizar el uso de las TIC en todos los centros educativos (aulas de informática, de infantil, de musica, bibliotecas, aulas móviles con portátiles, educación especial, etc).

En estos momentos disponemos de un parque informático de 103.663 ordenadores, con una ratio de 4'8 alumnos por ordenador, frente a la media nacional que se sitúa en 7'5. Somos la segunda comunidad autónoma, tras Extremadura, con la mejor ratio alumno/ordenador.

La Comunitat Valenciana, además, es pionera en el uso de la pizarra digital y la que más esfuerzo ha realizado por integrarla en el aula, tanto a nivel económico, como formativo y técnico. Hay disponibles en los centros educativos valencianos casi 2.500 aulas TIC (ordenador, proyector y pizarra digital) y se ha iniciado la implantación de los Centros Educativos Inteligentes, que permiten utilizar las TIC en todas las aulas, por todos los profesores y alumnos. El IES El Grao de Valencia es el primer centro piloto.

Por todos estos motivos, le pedimos reiteradamente al gobierno central que nos dejara adaptar el proyecto Escuela 2.0 a la realidad del sistema educativo valenciano, y que fuera un proyecto que «sumara» (y que no interfiriese) en los planes que llevamos a cabo desde el gobierno valenciano para la incorporación de las TIC desde hace años.

El Ministerio no nos lo ha permitido después de varios meses de negociación. Se nos ha obligado a aceptar un proyecto muy cerrado, que no se adapta a las circunstancias de esta Comunitat y que presenta muchas lagunas de tipo técnico, pedagógico, económico, informático y funcional. Lo lógico es que el Ministerio finalmente accediera a nuestras propuestas razonadas y permitiese que la Comunidad -que aportaría más del 70% del coste real del programa Escuela 2.0- tuviera algún margen de decisión para poder rentabilizar y no malgastar esa inversión.

Conseller de Educación de la Generalitat Valenciana