Se dice que los bienes de lujo no entienden de crisis, pero el mercado de los barcos pone en duda esta afirmación. El ámbito de las embarcaciones de ocio en España se ha debilitado de forma continua en los últimos cuatro años y hoy ingresa un 60% menos de las matriculaciones que regitraba antes del desplome de la economía. Así lo asegura Alejandro Landaluce, director de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN), organización que se creó a principios de 2006 para fomentar el desarrollo de un sector que se encontraba en auge en ese entonces .

«Esta caída se debe fundamentalmente a la crisis. Aunque, a nivel español, tenemos una serie de características que agravan esta situación», comenta el responsable de ANEN en referencia al impuesto especial de registro de embarcaciones que se cobra en el territorio nacional y que supone un 12% del valor del navío. Esta tasa se recauda de manera independiente del IVA, que se sitúa en el 21% para este tipo de vehículos. «Somos el único país de Europa que tiene este arancel, que deriva de lo que en su día fue el impuesto de lujo», explica Landaluce, que afirma que esta acumulación de tributos desanima a muchos navegantes. «En Italia o Francia solo se paga el IVA, pero además, existen una serie de medidas y descuentos con los que puedes terminar pagando solo un 6% de este IVA, según la eslora del barco. Esto hace que en España sea más difícil comprarse una embarcación que en estos países y, ya si hablamos de otros como Grecia, mucho más.»

En este sentido, el número de naves que se matricularon en toda España durante los primeros seis meses de 2012 se situó en 2.760. Esto representó una disminución del 8,7% en relación al mismo periodo del ejercicio anterior. La caída fue aún mayor en la Comunitat Valenciana, con solo 273 barcos que se matricularon entre enero y junio de este año, un 18,2% menos que en 2011.

Ante una perspectiva tan negativa, algunos decidieron refugiarse en el negocio del alquiler. Así, a nivel nacional, la cifra de matriculaciones de embarcaciones que se destinaron al arrendamiento ascendió a 180 en la primera mitad del 2012, un 16,7 % más que el año pasado. Esta tendencia se vio reflejada en la Comunitat, a pesar de que solo Alicante y Castelló evidenciaron un aumento en el mercado del alquiler náutico. La primera fue la que más crecimiento presentó durante dicho periodo a nivel español, acumulando el 26 % del total nacional.

Jorge Molina, gerente del grupo Catamaranes.com, coincide en que es la demanda de alquiler la que está floreciendo en estos momentos. Esta compañía valenciana gestiona ventas y locaciones de varios tipos de yates, catamaranes, veleros, neumáticas y goletas. No obstante, admite que ha tenido que reducir los precios de su servicio de arrendamiento entre un 15% y 20% en los últimos dos años. «Ahora hay más competencia porque se puede entrar al negocio con poca inversión», comenta Molina. Otra de las empresas que tuvo que aplicar tarifas más económicas fue Brisas de Valencia, que hoy opera con precios un 10 % más bajos que los que tenía en 2008. A diferencia de Catamaranes.com, sus navíos no pasan de los 12 metros y los alquilan sin patrón. En cuanto a sus clientes, su portavoz sostiene que proceden de Madrid, Zaragoza y Valencia. «Pero, sobre todo, extranjeros. El 60% viene de fuera», asevera.

El director de ANEN también ve en los clientes foráneos una buena opción ante la crisis. «Estamos intentando llevar todos los astilleros fuera de España e intentar vender en el exterior todo tipo de servicios, no solo embarcaciones sino todo lo que se ofrece en la línea de recreo», afirma Alejandro Landaluce. Pero esto no significa que los intentos por recuperar la demanda nacional hayan cesado. Las compañías náuticas apostaron por diversificar sus servicios y, en los últimos años, añadieron actividades menos usuales como despedidas de solteros que empiezan en la ciudad y acaban en el barco, fiestas organizadas para las que solo hace falta comprar una entrada e, incluso, salidas a mar abierto para depositar las cenizas de un ser querido.

Las modificaciones en el Salón Náutico de Barcelona este año son un indicador más de los esfuerzos que el sector está haciendo por adaptarse a los nuevos vientos que le azotan. Su 51 edición se celebró hace dos semanas con cambios radicales. Por un lado, la organización redujo las jornadas de nueve a cinco y cambió el frío noviembre por un templado mes de septiembre (aunque la lluvia le jugó una mala pasada). Por otro, trasladó el evento desde la Fira de Barcelona hasta el Port Vell para que los ciudadanos puedan involucrarse y conocer la oferta náutica de primera mano.

«Esta renovación del Salón Náutico se hizo para que refleje más la actualidad del sector y sea más económico visitarlo», comenta Landaluce, que asegura que en la Comunitat Valenciana también se está reforzando la oferta. En esta línea, el director de ANEN considera que se debe trabajar más en aunar los atractivos turísticos en tierra firme con los marítimos. «En Valencia hay que hacer hincapié en captar clientes náuticos internacionales, ofreciendo una oferta integral de lo que es este tipo de turismo. No basta con ´vender tu amarre´, sino todo lo que hay detrás que pueda interesar al visitante y conseguir que se quede más días en la ciudad y, por consecuencia, en el puerto», explica.

El sector de las embarcaciones de ocio sabe que cerrará el 2012 a la baja, pero confía en poder mantenerse en las cifras actuales para no caer más de un 9 %. Una meta que se puede llegar a cumplir, según el director de la ANEN. «Aunque la situación económica apriete, la gente quiere seguir disfrutando del mar.»