Los sindicatos UGT, CC OO e Intersindical Valenciana registraron ayer en la Dirección General de Trabajo de la Generalitat la convocatoria de la huelga, que llama a secundar esta protesta a dos millones de valencianos.

Los secretarios generales de UGT, Conrado Hernández, CC OO-PV, Francisco Molina, y el portavoz Intersindical Valenciana, Vicent Mauri, convocaron así a 1,5 millones de trabajadores y medio millón de parados de la Comunitat Valenciana a la huelga del próximo 29 de septiembre, en la que esperan un respaldo masivo.

En declaraciones a los periodistas, Francisco Molina señaló que continuarán con labor de explicación a la sociedad civil y organizaciones cívicas con miles de actos en los centros de trabajo en las próximas semanas que culminarán el día 22 de septiembre en una acto protagonizado por los secretarios generales de CC OO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, en el polideportivo del Cabanyal. Conrado Hernández aseguró estar convencido de que la sociedad responderá y que el Gobierno cambiará el decreto que aprobó. "Si cambiaron José María Aznar y Felipe González, estamos seguros que haremos cambiar a Zapatero", añadió. Para Vicent Mauri, "la reforma laboral, los recortes en prestaciones y la reforma de las pensiones son motivos suficientes para obligar al Gobierno a que cambie de política con una huelga general".

El 70% secundará el paro

Mientras tanto, en una rueda de prensa celebrada en Cáceres antes de una concentración con los delegados sindicales, Cándido Méndez, se mostró "completamente convencido" de que "más del 60% o el 70%" de la población laboral secundará la huelga general, mientras que Fernández Toxo prefirió no dar cifras porque "sean las que sean se discutirán el día después".

Visión empresarial

Mientras tanto, la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) vaticinó que la huelga general "agravará" la actual situación de recesión, por lo que, aunque "respetan" la decisión de los trabajadores de secundarla, no "la comparten". Según afirma AVE, no es el momento de huelgas, sino de "luchar" por construir una economía competitiva y viable y por un futuro "más prometedor". La organización que preside Francisco Ponsa sostiene que la huelga no solucionará los problemas "de fondo" y de carácter estructural que afectan a la economía española, que vive uno de los "peores momentos" de su historia democrática.

La organización pide al Gobierno que "haga respetar" el derecho de los trabajadores que ese día decidan acudir a sus puestos de trabajo. Según AVE, para superar la actual coyuntura económica, se requiere "diálogo, acuerdos y unir fuerzas".