Sergio Carbó, Valencia

Ruralcaja concluyó el ejercicio de 2008 con la morosidad más elevada del sistema financiero español: un 6,22%. Y no sólo eso, el director general de la cooperativa de crédito, Juan Antonio Gisbert, reconoció que ya se daría por satisfecho si en 2009 la cuota de impagos se situase entre el 8% y el 9%, unos niveles a los que, en su opinión, tampoco serán inmunes otras muchas entidades en el actual contexto de crisis. Los resultados que presentó ayer Ruralcaja -tercera entidad en importancia dentro del panorama financiero valenciano- ilustran a la perfección sobre el alcance del terremoto que sacude al sector. Los beneficios de Ruralcaja se hundieron en 2008 casi un 60%, después de que la entidad optase por incrementar sus dotaciones netas para insolvencias un 88%. Sus depósitos de clientes disminuyeron un 3,73%.

El nuevo director general -llegó al cargo en julio de 2008 tras un período convulso para la entidad-, no sólo no intento minimizar la crudeza de las cifras, sino que habló con claridad meridiana. "Hemos priorizado la solvencia sobre cualquier otro aspecto y tenemos una confortable situación de liquidez. Hemos reconocido las situaciones que había y hemos sido muy rigurosos a la hora de recalificar operaciones", apuntó.

A su juicio, la causa del récord de morosidad que sufre la caja se encuentra, sobre todo, en los numerosos concursos de acreedores que afectan al negocio inmobiliario, pero también a ese mayor celo que se está aplicando en el análisis y revisión de ciertos préstamos ya concedidos. En ese sentido, no dudo en entonar una autocrítica sectorial: "Ruralcaja y el sector bancario han cometido excesos en la concesión de créditos y han concedido algunos que no tenía que haber concedido. Ahora se vuelve a una cierta ortodoxia que no se tendría que haber abandonado".En medido de esta tesitura, la prioridad "absoluta y número uno", según Gisbert, que tiene planteada Ruralcaja este año es "la gestión de la morosidad, y a veces aumentar su ratio también es una forma de combatirla". Ruralcaja no abrirá nuevas oficinas en 2009. Respecto al debate abierto en torno a las fusiones, el director general de la cooperativa de crédito subrayó que tal posibilidad "siempre me ha parecido una buena solución y una alternativa a determinadas situaciones", pero agrego que Ruralcaja "no está en ninguna operación ni especulando sobre ella", sin que ello suponga que esté cerrada a escuchar propuestas, tal como aclaró. Por último comentó que cada vez está más perfilado el proyecto de crear un Sistema Integral de Protección entre las cinco rurales de mayor volumen.