Sociedad Filarmónica
palau de la música (valencia)
Dir. Jordi Casas Bayer. Int. Cor de Cambra Femení Scherzo; Diana Baker, piano; Esther Pinyol, arpa; Ivan Carrascosa y Claudia Cobos, trompas. Obras de Silcher, Schumann, Brahms y Mahler. 16 de febrero.
Puede servirse a la música de diversas maneras: con la vistosidad y la gratuidad del aspaviento o con la sencillez y el silencio más conmovedor. La segunda opción fue la elegida por Jordi Casas en la nueva visita del Cor de Cambra Femení Scherzo, de Tarragona, ya conocidos en la SFV, acompañados en esta ocasión de jóvenes instrumentistas.
El programa estuvo dedicado a pentagramas del XIX „con arreglos de Jordi Domènech„, donde Casas, experto conocedor del gran catálogo de músicas corales, dirigió con energía y matizada autoridad en la que no faltaron ni el brío ni el color demandado. Muy conveniente fue la explicación previa a modo de guía para facilitar la comprensión y mensaje de cada página. Con extraordinaria capacidad de síntesis, el director tuvo el acierto de ofrecer una sucinta e individualizada sinopsis argumental de estas miniaturas, facilitando al oyente el escenario y la intención de los poemas.
Con 18 cantoras de elegante presencia y acompañadas por la pianista australiana Diana Baker, el mestre Casas fue desgranando la intimidad de esas polifonías profanas del Romanticismo alemán, siempre girando alrededor de la leyenda de Lore-ley que tanto juego dio a creadores como Johann Strauss, Alfredo Catalani, Mendelssohn, Heine o Sylvia Plath. Todo el repertorio fue tratado con mimo por el director quien manejó el gesto de una manera casi gráfica. Dibujó en el aire cada matiz o guiño, sin ademanes superficiales, que las féminas de Vila-Seca tradujeron con solícita entrega. Y si Diana Baker ofreció un hermoso sonido, articulado y transparente, la intervención de Silvia Piñol al arpa y Claudia Cobos e Iván Carrascosa (nieto del gran solista Gómez de Edeta) en las trompas, resultó una amalgama adecuada con las voces entre las que destacó Silvia Pérez-Gil, directora titular del coro.
En resumen, fue un programa nada fácil que solo con la experiencia y el afecto que impuso Jordi Casas desde el podio, pudo transmitirse y crear la atmosfera idónea. Poesía y música siempre de la mano? del director.
