La intervención que el pasado viernes dio comienzo el Ejército de Marruecos para desalojar a decenas de manifestantes que bloqueaban el puesto fronterizo de Guerguerat, situado en la zona sur del Sáhara Occidental y que conecta este enclave con Mauritania, ha incrementado las tensiones entre el movimiento de liberación nacional del Sáhara, el Frente Polisario, y el propio Gobierno de Rabat. Y ayer, en un paso más de las mismas, los incidentes se trasladaron hasta el consulado de Marruecos en València.

Fue en el exterior del consulado que Marruecos tiene en la capital del Turia -concretamente en el barrio de Sant Pau-, donde varios manifestantes retiraron la bandera del país norteafricano del mástil del edificio para a continuación colocar en su lugar el estandarte saharaui. La acción, pese a ello, solo duró unos momentos, ya que rápidamente fue de nuevo reemplazada por la bandera marroquí.

Así, según apuntaban ayer fuentes de la Delegación del Gobierno en la C. Valenciana, el incidente se produjo en una concentración convocada por la Federación de Asociaciones de Solidaridad con el Pueblo Saharaui en protesta contra la situación en la antigua colonia española.

Esta, que sí que había sido autorizada para su celebración, se estaba desarrollando sin incidentes hasta el momento de la retirada de la bandera del edificio consular. Pese a estos hechos, las mismas fuentes apuntaron que no se produjo ninguna detención en la concentración.

Opiniones contrarias en el Consell

Horas más tarde de lo sucedido, el Consell emitía un comunicado en el que mostraba su «condena» a lo sucedido al quebrantarse «la inviolabilidad, integridad y dignidad de la sede consular». En este sentido, el secretario autonómico para la UE y Relaciones Externas de la Generalitat, Joan Calabuig, del PSPV, lamentaba lo sucedido porque «contraviene las convenciones de Viena», explicó.

Sin embargo, este mensaje contra el incidente contrastaba con el apoyo -en forma de retuit- que una de las integrantes del Gobierno autonómico, la consellera de Transparencia, Rosa Pérez Garijo, de Esquerra Unida, realizaba a la concentración, que contó con el respaldo en las redes de Esquerra Unida, reclamando un Sáhara libre.

También el Ministerio de Exteriores de España emitió un comunicado en el que destacaba «con rotundidad» su «condena» a los actos, remarcando que ninguna manifestación del derecho de reunión «puede degenerar en acciones ilegales, como el intento perpetrado en el día de hoy [ayer], que es un claro incumplimiento de la legalidad vigente».

Ante ello, el comunicado concluía destacando que el Gobierno «está procediendo a un esclarecimiento de los hechos y seguirá tomando todas las medidas oportunas para asegurar el respeto de la integridad e inviolabilidad de las Misiones diplomáticas acreditadas en nuestro país».