Los cinco grupos parlamentarios de las Corts Valencianes (PP, PSPV, Compromís, Podemos y Ciudadanos) reciben cada año del erario público unos tres millones y medio de euros para afrontar sus gastos de funcionamiento. Ese dinero se incorpora al presupuesto del Parlamento valenciano que alcanza los 28 millones de euros este año. Pero en plena época de la transparencia, el dinero de la subvención a los grupos sigue sin estar sujeto a ningún control. Los partidos deciden libremente en qué se gasta los fondos que les asignan.

La Sindicatura de Comptes ya ha advertido, tras fiscalizar por primera vez el presupuesto de las Corts, de la necesidad de un mayor control sobre esta partida y de aprobar normas para regularlo.

En un arranque de transparecencia los grupos aceptaron el año pasado publicar en el portal de la cámara sus cuentas. Pero incluyeron epígrafes tan genéricos que se hace imposible saber en detalle a qué se destina el dinero. Unos fondos opacos para los órganos de control y también para ciudadano.

Estos días, el presidente de las Corts Valencianes, Enric Morera, tiene sobre su mesa la liquidación del presupuesto de la cámara de 2016, pero no quiere firmarlo, según ha sabido Levante-EMV. La razón es precisamente que tiene que validar un presupuesto en el que casi cuatro millones de euros escapan a la fiscalización de los órganos de control.

A Morera le ha molestado mucho que el PP haya difundido erróneamente esta semana que cargó a las Corts el gasto de un viaje a Palma de Mallorca para declarar como testigo en el caso Nóos, una cuestión que afectaba a su época de dirigente de Compromís. El gasto realmente era de su escolta y de su jefe de gabinete, que viajaron a la isla con él ya que entonces Morera era presidente de las Corts. El planteamiento que se hace Morera es que si al presidente de las Corts se le fiscaliza hasta el último euro por qué él, como máximo representante de las cámara, tiene que avalar con su firma un presupuesto en el que cantidades millonarias escapan al control de los órganos fiscalizadores. Unas cuentas en las que, además, el PP recibe un millón de euros que, vistos los antecedentes, podrían destinarse a pagar, por ejemplo, defensas de imputados en casos de corrupción. Por ello, Morera se niega a firmar la liquidación que tiene sobre la mesa, la de 2016, hasta que los grupos, no aireen todos sus gastos. Un dardo que va dirigido sobre todo al PP.

El pasado martes estaba previsto tratar esta cuestión en una comisión de Interior de las Corts, pero la ausencia de la síndica del PP, Isabel Bonig, que estaba en Madrid, y del portavoz socialista, que tenía un acto con empresarios, lo impidió. Además del millón de euros que recibe el PP, el PSPV ingresa unos 800.000, Compromís 680.000, Podemos 476.000 y Ciudadanos en torno a 375.000.

Los letrados piden transparencia

También los letrados de la cámara defienden la necesidad de una mayor transparencia. En un reciente informe a cuenta de la necesidad de que los diputados no adscritos justifiquen la subvención que reciben, el servicio jurídico viene a decir que también deberían hacerlo los grupos.

Es, en esencia, la misma línea de discurso que abrió el Síndic de Comptes que recomienda que la documentación contable que los grupos parlamentarios han de presentar a la Mesa refleje «con claridad» el destino de las subvenciones anuales.

Hace ahora un año cuando saltó la polémica por el dinero opaco que reciben los grupos, los cinco se mostraron de acuerdo en avanzar hacia la transparecencia sobre estos fondos y en publicar con el máximo detalle posible el destino que dan a este dinero público. Incluso Presidencia de las Corts anunció su intención de promover un grupo de trabajo para articular la fórmula para que los partidos publiquen sus gastos.

La lideresa del PP, Isabel Bonig, incluso aseguró entonces que estaba dispuesta a que se reproduzca en la web su nómina y añadió que su partido no tiene nada que esconder.

Los socialistas aseguran que tampoco tienen problemas en avanzar en esta cuestión aunque el dinero que recibe el grupo lo gestiona el PSPV, según aseguraron. Ciudadanos también defiende la transparencia y desde Compromís sostienen que su grupo envía los gastos desglosados al Tribunal de Cuentas y que no tiene problema en que se conozcan a través del portal de las Corts. Podemos añade que es el partido más transparente de la cámara porque ya dispone de su propia web en la que airea los gastos.