¿Qué distingue al ser humano de otros seres vivos? Que piensa, se emociona, siente y es capaz de superar las dificultades y avanzar... Estos son los cuatro pilares sobre los que se levanta el proyecto educativo Erasmus + de cooperación para la innovación y el intercambio de buenas prácticas «Laboratorios de humanidad» en el participan dos centros educativos valencianos: el Instituto público de Educación Secundaria (IES) Salvador Gadea, que es el centro coordinador, y el concertado Colegio Hernández de Villanueva de Castellón.
Este curso y el próximo estos dos centros, junto a los liceos Laura Bassi de Bolonia (Italia) y Miguel de Cervantes de Bucarest (Rumania) y el instituto de FP Powiatowe Centrum Kstalcenia Zawodowego i Ustawcznegow de la ciudad polaca de Wieliczka, tratarán de hacer realidad el sueño del pedagogo moravo Jan Comenius (1592-1670). «Las escuelas, haciendo que los hombres se vuelvan verdaderamente humanos, son sin duda los talleres de la humanidad», decía el que está considerado como el padre de la didáctica.
La meta final de este proyecto europeo KA2, coordinado por la profesora Alicia López Palomera del IES Salvador Gadea, es que el alumnado elabore un manifiesto y un plan de convivencia común para los cinco centros en el que se apueste por una escuela «moderna, innovadora, creativa y más humana».
Más de 5.000 beneficiarios
El «Laboratorio de humanidad» va mucho más allá de la movilidad de un centenar de alumnos así como de 25 profesores entre los cuatro países implicados, pues el objetivo es llegar a los más de 5.000 estudiantes y docentes que suman los cinco centros unidos por este Erasmus +. En ellos aprenden y enseñan 4.655 escolares y 407 maestros de Educación Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional.
Para ello, en los encuentros internacionales, los alumnos de cada centro serán los anfitriones y tutores de sus compañeros europeos, trabajando de este modo la enseñanza entre iguales. Las actividades se realizan en grupos, cada uno de ellos formado por un miembro de cada centro, fomentando así el aprendizaje cooperativo.
A la vuelta al centro de origen llega el «trabajo en cascada», tanto los alumnos como los profesores que asisten a la movilidad tienen el papel de monitores que, a través de las tutorías y otras actividades, deben incitar a la reflexión y el debate en las aulas.
Todo ello con la conexión permanente entre el alumnado y los docentes a través de la plataforma europea eTwinning, la mayor red social educativa del mundo. Y de fondo, el trabajo de mejora de la competencia lingüística (las lenguas vehiculares son el castellano y el inglés) y del clima de convivencia en los centros escolares.
Entornos de aprendizaje
El proyecto «nace de la necesidad y la esperanza de crear entornos de aprendizaje más amables (del verbo amar) y amenos (agradables), significativos (verdaderos) y sostenibles (proyectados al futuro)», explica López.
En la «aventura humana» que propone este proyecto las movilidades están enfocadas al pensamiento, las emociones, los sentimientos y la superación y el avance. En el encuentro de Bolonia, que se acaba de realizar, se ha trabajado el legado del Renacimiento; la cita de Villanueva en marzo se centrará en las emociones a través del arte, con la construcción de una falla, cortometrajes, un rap... ; en Bucarest se abordará la percepción de los sentimientos desde la literatura hasta la creación de ropa; en Polonia se reflexionará sobre los Derechos del Hombre a partir de la visita al campo de exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau; y Aldaia será una gran ágora de conclusiones que cerrará el círculo en junio de 2018 con el lema «La poesía es un arma cargada de futuro».
