Una de cada cinco mujeres de la Unión Europea ha sufrido o sufre violencia por su condición de género. Es la conclusión del último informe sobre la situación de la mujer en 2013 en la UE y la base sobre la que Compromís defendió el pasado miércoles en el Parlamento Europeo la necesidad de una directiva que unifique de inmediato la legislación de los distintos estados miembros en materia de violencia machista, poniendo el acento en la prevención desde la educación.
En este sentido, el eurodiputado por Compromís Jordi Sebastià, junto con sus compañeros de escaño el catalán Ernest Urtasun (ICV-Els Verds) y la austriaca Monika Vana (Die Grünen), organizaron un gran debate con formato de conferencia cuyas conclusiones serán elevadas al europarlamento con el fin de intentar presionar a la Comisión Europea para que haga suyo ese compromiso y lo sustancie en la ansiada directiva que promueva la igualdad como motor de la prevención de la violencia machista.
La conferencia, celebrada dentro de los actos reivindicativos de la semana internacional de la mujer trabajadora que culmina hoy, 8 de marzo, congregó a numerosos colectivos feministas tanto de la Comunitat Valenciana como de otros puntos de España, así como de Austria, y cuyas aportaciones han sido fundamentales a la hora de elaborar las ponencias, agrupadas en dos bloques. El primero supuso la exposición del mapa actual de la violencia machista, y el segundo trató de trazar estrategias para apoyar la prevención de esa lacra social que sigue costando cientos de muertes violentas en el territorio europeo cada año.
Fue precisamente en ese segundo bloque donde Dones amb Compromís, a través de la setabense Reis Gallego, defendió que la educación ha de ser uno de los ejes fundamentales para erradicar la violencia machista, fomentando programas concretos que abarquen la vida academica completa de cada niño y de cada niña, «desde Primaria hasta la finalización de los estudios universitarios». La educación en igualdad es, a juicio de este colectivo, el único camino efectivo para prevenir futuros episodios de violencia de los hombres hacia las mujeres en cualquier terreno, desde el físico al emocional, pasando por el económico, el laboral o el sexual.
Gallego, como portavoz visible en ese momento del ideario de Compromís, abogó por campañas revisables a cinco años vista, como mucho, y reclamó unificar la legislación de todos los estados miembros para que cualquier mujer residente en la UE tenga exactamente la misma protección legal, física, sanitaria y laboral. Y defendió que esa homogeneidad abarque también los currículum académicos, con contenidos en igualdad bien definidos, para evitar precisamente distorsiones y arbitrariedades en las leyes educativas nacionales que se salgan del camino de la igualdad.
Tanto la representante de Dones amb Compromís como las ponentes de otros colectivos y partidos, instaron a la Comisión Europea, la única institución con capacidad legislativa real, a que escuche sus demandas y ponga en su agenda la aprobación de esa directiva y de medidas concretas para acabar con la violencia machista y la desigualdad.
