La larga espera a la que Rajoy ha sometido a Fabra finalizó la tarde del miércoles con una llamada del vicesecretario de organización, Carlos Floriano, al Palau de la Generalitat, si bien la confirmación oficial le llegó por la mañana de boca de la número dos del PP, Dolores de Cospedal. El propio Fabra relató el momento a los periodistas. Precisó que la llamada se produjo cuando se encontraba en el Palau de la Generalitat en un acto con graduados sociales y que tuvo que devolver la llamada más tarde. «Fíjese, yo ahí pendiente de la llamada y luego resulta que cuando me ha llamado no estaba», bromeó Fabra, quien también confesó que había hecho ya una pequeña celebración con sus colaboradores de Presidencia. No es la primera vez que el jefe del Consell deja el teléfono sonar y no atiende una llamada clave. Ya le ocurrió hace cuatro años, el día en que Génova lo telefoneó para comunicarle que sería el sustituto de Francisco Camps. El de ayer fue un día de cruce de llamadas. Cospedal se empleó a fondo, ya que también conversó con los barones provinciales y con la alcaldesa de Valencia a quienes informó de la decisión de Rajoy. Quien más tiempo estuvo al teléfono fue la alcaldesa hasta el punto de que se retrasó más de hora y media en llegar a un acto que tenía programado en la ciudad. Con un rostro que no mostraba mucha alegría, Barberá comentó a los periodistas que había tenido que atender llamadas de Madrid relacionadas con las listas electorales. s. pitarch/j. Ruiz valencia