Jaime Cuevas, abogado del padre de los niños de Alboraia que tienen que volver a México, denunció ayer la "instrumentalización" que se está haciendo de los menores y advirtió de que "el circo mediático" que se ha organizado entorno al caso "les perjudica". Cuevas explicó a Levante-EMV en que el padre confía en que finalmente se ejecute la resolución de la Audiencia que ordena que vuelvan a México para que se pueda cumplir el régimen de visitas. Fuentes próximas al caso indicaron que la madre podría haber cometido un delito de desobediencia por no entregar a los menores a la Guardia Civil el domingo como le ordenó una magistrada de Moncada.

Más de 300 vecinos, como ayer informó este periódico, impidieron que la Guardia Civil ejecutara la orden judicial para que los tres niños se fueran con el padre. La Guardia Civil ha remitido a la juez del caso un informe sobre lo ocurrido el domingo. Fuentes del TSJ recordaron ayer que la orden de entrega continúa vigente. El padre tenía billete para volar a México con sus hijos hoy.

Jaime Cuevas insistió en que lo que ocurrió el domingo "es injustificable. No se puede utilizar de esa manera a los menores de edad y hacerles partícipes de un entorno hostil". El abogado del padre rogó "a la madre y a los medios de comunicación que alejen a los niños del foco mediático. Cuando se produce una resolución judicial, lo único que procede es acatarla con la menor carga emocional posible para los niños".

A la espera de la juez

La Guardia Civil está a la espera de recibir la orden del juzgado para volver a por los menores. El abogado de la madre, Ignacio Amat, presentó por la mañana un escrito en la Fiscalía de Menores de Valencia solicitando que la orden de entrega quede sin efecto por el bien de los tres menores. El letrado presentó el mismo escrito en el juzgado de Moncada que tramitó el caso, aunque es consciente de que la resolución que ordena el traslado de los niños a México es firme.

El padre no ha querido hacer declaraciones a los medios de comunicación. El hombre tenía intención de volar con sus hijos a México hoy, pero es una opción prácticamente descartada.

En cualquier caso, la madre de los niños, Isabel Monrós, indicó a Efe que no duda de que la sentencia se vaya a cumplir finalmente, algo que espera "con los nervios rotos" y "en tratamiento médico". Monrós recordó que llegó a Valencia con sus tres hijos en 2010 y que en la sentencia de divorcio quedaba pendiente fijar un régimen de visitas y una pensión alimenticia para los niños. La madre reconoció que la familia vivía ayer una "calma tensa". Ante la posibilidad de que sea denunciada por desobediencia grave a la autoridad judicial por no atender el requerimiento, Monrós aseguró que ella no se negó a la entrega y que, de hecho, "los niños tenían las maletas hechas", sino que "tan sólo" pretendió "que la Guardia Civil les escuchara".

Según la familia materna, los menores se encuentran "muy mal" y en tratamiento psicológico desde hace tiempo. Estas fuentes mantienen que el domingo los tres menores -un adolescente de 13 años y dos gemelos de 10- "sufrieron un ataque de pánico".

"La madre carece de medios en México"

Ignacio Amat, abogado de la madre, presentó ayer un escrito en la Fiscalía de Menores de Valencia en el que solicitó el amparo para que quede sin efecto la resolución que obliga a que los niños vuelvan a México. El escrito incide en que "la madre carece de medios en México" con lo que se le privaría de su derecho de estar con los menores. El letrado afirma que la madre tiene la custodia y que el padre puede ver a los menores cuando viaje a España. El documento asegura que el padre tiene empresas en los dos países y viaja constantemente entre los dos países. Además, recuerda que los niños se encuentran arraigados en España e insiste en que quieren seguir viviendo con su madre por lo que "se han negado de forma obstinada" a volar a México con su padre.

"Síndrome de ansiedad"

El letrado Ignacio Amat advierte en el escrito que presentó ayer ante la Fiscalía de Menores de Valencia de que los tres niños sufren "un síndrome de ansiedad" desde diciembre de 2011 que se ha visto agravado con todo lo que está ocurriendo. El documento añade que uno de los menores le comunicó al teniente de la Guardia Civil que entró en la vivienda el domingo que no se quería marchar con su padre porque "le pegaba con la correa, le lavaba la boca con estropajo, le daba duchas de agua fría y le había atado a una silla". El escrito recoge que los tribunales mexicanos no han establecido una pensión de alimentos para que la madre pueda criar allí a sus hijos sin problemas.

Por todo ello, la madre insiste ante la Fiscalía de Menores de Valencia en que se mantenga la residencia de los niños en España y que se establezca un régimen de visitas para que el padre pueda ver a sus hijos a través de un punto de de encuentro. Además, reclama que se fije una pensión alimenticia en España de 180 euros por cada uno de los niños y propone que los menores vuelvan a ser examinados en el juzgado.