El presidente de la Fundación Kovacs y reconocido especialista internacional en el tratamiento de los problemas de cuello y espalda, Francisco Kovacs (Palma de Mallorca, 1964) se atrevió ayer en Valencia a hablar de que los recortes en sanidad pueden ser saludables. "Desde luego que pueden serlo", expresó con absoluta convicción.

"El 30% del gasto sanitario se destina a pagar técnicas que no deberían hacerse porque son inútiles o contraproducentes", agregó.

Y para acreditarlo citó un estudio que realizó su fundación y el Servicio Canario de Salud en el que tras evaluar la idoneidad de los tratamientos de rehabilitación para cuello, hombro y espalda se concluyó que el 60 % de estos recursos se destinaba a terapias sin fundamento, un tercio de las cuales, "se demostró que eran completamente inútiles".

Otro de los males del sistema es prescribir tecnología útil a pacientes que no son los indicados, lo que supone un mal uso de los recursos públicos. Kovacs ilustró su afirmación con el ejemplo de la aplicación de una técnica quirúrgica que se llama fusión vertebral, que está indicada para fracturas con desplazamiento o cirugías oncológicas muy agresivas. "Se demostró que para tratar el dolor de espalda, la efectividad de esta técnica equivalía a practicar ejercicio físico intenso".

En Reino Unido, con 65 millones de habitantes se hacen mil artrodesis lumbares (fusiones vertebrales), mientras que en España, con 45 millones, solo en la red pública se practican 21.000 al año, informó.

Desde la tribuna del Club de Encuentro Manuel Broseta, Francisco Kovacs afirmó que solo con estas dos aplicaciones no idóneas de tecnología se derrochan en la red pública sanitaria 275 millones al año: 25 millones en tratamientos inútiles y 250 millones en operaciones no indicadas que, además, constituyen un sufrimiento innecesario para el paciente".

"Claro que se puede recortar y mejorar el gasto, bastaría con mejorar la sistemática con la que el Sistema Nacional de Salud decide qué tecnología paga y cual queda fuera que, en la actualidad, es ridícula porque no se apoya en recomendaciones científicas sino en los criterios de organismos políticos o técnicos, carentes de conocimientos científicos que ya han demostrado que no funcionan".

Cobrar de más

El director de la Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda expresó que en la sanidad pública, "alguien está cobrando un 30% más de lo que debe".

Kovacs no juzga si la gestión privada mejorará la pública. "Si se cumplen los estándares de calidad, que se haga, pero si no se controla la calidad es un suicidio que factores externos puedan incentivar la práctica clínica". Porque en este caso, subrayó, "la gestión se convierte en "¿quién miente mejor?"".