El Ágora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia (Cacsa) será el próximo edificio de este complejo lúdico y cultural cuya gestión será privatizada. Así lo ha asegurado a Levante-EMV su directora general, Henar Molinero, quien afirma que ya tiene la certificación de obra del arquitecto y que podrán iniciar su comercialización a partir del mes de septiembre. Al parecer, hay varios operadores que se han interesado por la gestión y, «si salen los números», se dará en concesión, confirmó.

En la actualidad, la Ciudad de las Artes y las Ciencias tiene privatizada la gestión de l’Oceanogràfic, de la que se encarga el grupo Parques Reunidos; y parcialmente l’Umbracle, que en los meses de verano se utiliza como terraza de copas. Pero tanto el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, como el Palau de les Arts y l’Hemisféric siguen siendo gestionados por la Generalitat Valenciana. Y así seguirá siendo por el momento, asegura Henar Molinero, que cuenta con el respaldo de la consellera Lola Johnson.

El único paso previsto en este sentido tiene que ver con el Àgora, que a falta de concluir las obras —aún no están colocadas las lamas que coronan el edificio— se ha abierto puntualmente para eventos como el Open 500 de tenis, la Campus Party, la copa de España Burn Freestyle o la Semana de la Moda de Valencia.

Según Henar Molinero, esas lamas no se van a montar por el momento debido a la situación económica, pero sí se ha conseguido la certificación de obra del arquitecto, Santiago Calatrava, para poder hacer uso del edificio en toda su extensión. Únicamente quedan por efectuar unos retoques en iluminación y climatización que ya están siendo realizados.

La previsión, por tanto, es que la comercialización del edificio pueda iniciarse a partir del mes de septiembre y será, de hecho, a partir de esa fecha cuando se empiece a trabajar con posibles operadores.

Tres empresas interesadas

La directora de Cacsa asegura que ya hay varias empresas interesadas en este negocio, entre ellas «un grupo catalán que tiene varios complejos en esa comunidad; un grupo americano que está introduciéndose en Europa, y un grupo ruso». La idea es que la Ciudad de las Artes y las Ciencias perciba un canon por la concesión y además se quede con «un porcentaje de determinados eventos y también del servicio de restauración».

Henar Molinero cree que la privatización de algunos edificios es una buena fórmula para mejorar los ingresos sin que ello suponga un riesgo para la propia Ciudad de las Artes. En este sentido asegura que l’Oceanogràfic obtuvo el año pasado unos beneficios de 8 millones de euros y que la fiesta de la pasada Nochevieja supuso unos ingresos de 45.000 euros. Incluso de l’Umbracle obtiene el alquiler de la terraza de verano y la explotación completa del aparcamiento, que «aunque está abierto toda la noche, hemos hecho números y sale a cuenta».

La directora de Cacsa ha subrayado también que estas actividades no representan ninguna competencia desleal con el resto de complejos hosteleros, algunos de los cuales después de expresar sus quejas se han interesado por sus servicios, precisó.

"Nos han ofrecido de todo, incluso poner agua y echar cocodrilos"

El futuro del Ágora, a juzgar por las ofertas que han llegado a la dirección de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, puede ser «interesante» pese a las peculiaridades de este coloso. «Nos han ofrecido de todo, hasta cubrir el suelo de agua y echar cocodrilos», dice Henar Molinero refiriéndose a sus posibles usos.

Por lo pronto, ya tienen en cartera todos los eventos que se han celebrado en los últimos años y a eso hay que añadir otros que ya están pactados o al menos hablados. El más inmediato es el alquiler del edificio a la cadena de televisión Antena 3 para la retransmisión del Gran Premio de Europa de Fórmula 1, que tendrá lugar en el circuito urbano de Valencia el fin de semana del 24 de junio.

También en relación con este evento deportivo se ha cerrado la cesión del edificio los tres próximos años para la realización de un concierto de DJs que se organiza conjuntamente con una firma de Ibiza. «Este año no lo hemos podido hacer porque no estaba preparado el edificio, pero ya lo tenemos concertado para los próximos tres años», indicó Molinero.

Por lo demás, entre las propuestas recibidas hay «eventos musicales y culturales, cenas, pasarelas, de todo». Y todo ello estará sobre la mesa en el momento de negociar la concesión, cuyos detalles se irán facilitando a medida que se avance en los contratos.