El PP, trufado de cargos salpicados por recibir supuestas dádivas aireadas a raíz de investigaciones como Gürtel, Brugal o Emarsa, tumbó ayer en las Corts con sus votos una propuesta de Compromís, respaldada por la oposición, para regular por ley la obligación de las autoridades, funcionarios y empleados de las administraciones valencianas de declarar los regalos superiores a 50 euros para que figuren en un registro público de obsequios. La diputada Mònica Oltra defendió que su iniciativa es "descafeinada" porque no reclama que se prohíban los regalos, sino solo que se aireen, y recordó que muchos países ya lo han regulado, como Estados Unidos, donde hay que declarar los presentes a partir de 20 dólares, mientras en el Reino Unido no se pueden recibir dádivas de más de 140 libras y en la Comisión Europea, de 150 euros.

Tras la lectura del criterio del Consell, contrario a la propuesta con el argumento de que ya hay una amplia regulación legal y que supondría un aumento del gasto, el popular José Marí Olano midió sus palabras para defender que su grupo no se opone a este tipo de regulación, pero sí a hacerlo con rango de ley y ahora, antes de que se apruebe la ley estatal de Transparencia. Para Marí Olano, esta regulación debe ser "a nivel de autorregulación o técnico". Por eso, invitó a Compromís a dar ejemplo en los ayuntamientos donde gobierna o en su página web, difundiendo los regalos.

Lo que no se esperaba es que el socialista Rafael Rubio le tomara la palabra. Y blandiendo el programa electoral con el que el PP concurrió a las elecciones de 2011, "elaborado" por el actual portavoz, Rafael Blasco. Los populares se comprometieron a que el portal de la Generalitat difundiera "la relación de obsequios recibidos, indicando origen y destino" de los altos cargos. "¿Dónde está eso en la web?", preguntó con sorna Rubio. "Háganlo, no busquen excusas para no decir qué se recibe y a cambio de qué".

Oltra resaltó que EE UU reaccionó a raíz del "caso Watergate", y afirmó que Brugal, Emarsa o Gürtel "no son menos que el Watergate" y los ciudadanos deben saber que la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, "recibió bolsos de Vuitton" o la de Alicante, Sonia Castedo, "un coche Mini Cooper". Desde el escaño, Castedo lo negó con el dedo. A juicio de Oltra, "el autocontrol no sirve porque para Barberá es normal recibir un bolso de Vuitton".

La diputada acusó al PP de favorecer la opacidad pese a tener un expresidente juzgado y absuelto -en referencia a Camps, ausente ayer- y un vicepresidente "que es un delincuente", por la causa de los trajes. La tensión fue creciendo y cuando Esther López, de EU, volvió a aludir al "Mini Couper" de Castedo, desde su escaño el popular Antonio Peral le soltó: "Es una gilipollas".