Dicen los entendidos que los negocios no se hacen en los despachos, sino en las sobremesas. Quizá por eso, fue tras la comida de ayer entre la ministra de Fomento, Ana Pastor, y los empresarios valencianos, cuando el presidente de la constructora valenciana Rover Alcisa, Alfredo Rodríguez, anunció a la ministra la sorpresa del día: que su empresa lidera un grupo inversor, integrado por "inversores potentes del Golfo Pérsico", dispuesto a participar en la financiación del Corredor Mediterráneo en su tramo valenciano. Es la primera empresa que muestra su interés en financiar las obras del tercer carril del eje ferroviario, con un coste de 1.200 millones de euros y una financiación abierta a la colaboración público-privada. La ministra tomó la palabra para darle las gracias al empresario por su interés, según relató un asistente.

Apenas se conocen detalles de este grupo inversor. Ayer, el Grupo Rover Alvisa se limitó a destacar cuatro aspectos de relevancia. Primero: la iniciativa la impulsa la compañía valenciana y está constituida por "un grupo de inversores nacionales e internacionales que están dispuestos a participar activamente en la financiación del citado eje de transporte". Segundo: el socio del Golfo Pérsico que entrará en el proyecto de financiación "mantiene una relación muy estrecha" con Rover Alcisa. Tercero: a esta iniciativa empresarial "está previsto que se incorpore un nutrido grupo de empresas valencianas dada la importancia económica que supone la ejecución del corredor mediterráneo para la Comunitat Valenciana". Y cuarto: la presentación pública de esta iniciativa privada, donde se darán a conocer todos los detalles, se realizará "en breve" y contará con la presencia de todos los grandes inversores involucrados, según explicó un portavoz de la compañía a este periódico.

Minutos antes de entrar en esta comida -celebrada en un hotel de Valencia a puerta cerrada-, la ministra de Fomento se refirió a la implicación privada en la financiación del proyecto. En este sentido, animó a "arrimar el hombro, cada uno en la parte que nos toca, para sacar el proyecto adelante", lo cual se entendió como una indirecta a los empresarios. Eso sí: Ana Pastor quiso dejar claro que "si no hay ningún interés en el sector privado [por financiar las obras], será el Gobierno de España el que lo asuma presupuestariamente". Y apostilló: "Pero estoy segura de que se va analizar con mucho respeto e interés por parte de todos los empresarios valencianos". Ayer, en la sobremesa, encontró al primer inversor.