La Conselleria de Sanidad quiere dar otra vuelta de tuerca más a los bolsillos de los trabajadores sanitarios. La última modalidad de ahorro que quiere implantar el departamento que dirige Luis Rosado es que en la tan ensalzada Unidad de Hospitalización a Domicilio (UHD) -en la que las camas de hospital se sustituyen por las de las viviendas de los propios pacientes- sean los propios profesionales (médico o enfermero) quienes pongan su coche particular para ir a asistir y visitar a estos pacientes a sus casas.

La Junta de Personal del hospital Arnau de Vilanova-Lliria ha denunciado que la dirección del centro, "en su afán desmedido por reducir gastos pretende obligar al personal de la UHD a utilizar su propio vehículo particular para prestar el servicio", con una compensación de 19 céntimos por kilómetro, que es la que se preve en el decreto de indemnizaciones de la conselleria.

La medida entrará en vigor el próximo 17 de abril, informaron los representantes de los trabajadores que han calificado la propuesta de "absurda e injustificada".

Claro que detrás de ese apretón ahorrador que quiere aplicar a toda costa la dirección del hospital Arnau hay un precedente histórico de derroche económico.

Un alquiler millonario

La Junta de Personal del centro hospitalario ha informado que hasta la fecha los desplazamientos de los equipos de la Unidad de Hospitalización a Domicilio se realizaban a través de un contrato de alquiler, cuyo coste ascendía a 200.000 euros al año (33 millones de las antiguas pesetas).

"Y es ahora -expresan los sindicatos- cuando la dirección se ha dado cuenta del abusivo precio de ese contrato".

La Junta de Personal ha lamentado la mala gestión de la dirección del centro al no haber previsto en su debido tiempo que esta unidad necesitaba una flota propia de vehículos que hubiera sido mucho más rentable.

Falta o expediente disciplinario

El "abaratamiento de costes" ha sido el único argumento que los responsables del hospital han dado a los empleados de la UHD para instarles a usar sus propios coches en sus desplazamientos a los domicilios de los enfermos.

La dirección ha insinuado al colectivo sanitario que la negativa a acatar la orden podría ser constitutiva de una falta o de la apertura del correspondiente expediente disciplinario, según apuntó la Junta de Personal que ha destacado que no existe una norma legal que obligue a los trabajadores a disponer de un vehículo y mucho menos que ese coche lo tengan que poner al servicio de la empresa. "Pero además -agregan los sindicatos- es demencial plantearlo que lo hagan a un precio ridículo y sin garantía alguna que pueda cubrir las consecuencias sobre los bienes o las personas que se deriven de cualquier accidente que se produzca en la prestación del servicio".

Las UHD se crearon en 1995. Al personal se le exigía carné de conducir pero no que tuviera vehículo propio, requisito que ahora parece que será imprescindible para que el centro hospitalario pueda ahorrar a costa de debilitar la economía de sus empleados.