El conseller de Sanidad, Luis Rosado, anunció ayer que la Comunitat Valenciana será de las primeras en aplicar el nuevo sistema de copago farmacéutico que ayer aprobó el Consejo de Ministros, aunque no pudo precisar mucho más de lo que dijo la ministra de Sanidad, Ana Mato, que indicó que la medida entraría en vigor dentro de dos meses. Rosado apoyó su afirmación en el hecho de que la Administración valenciana ya dispone de las infraestructuras informáticas necesarias para que la medida entre en vigor.

El responsable sanitario declaró ayer en R 9 que los ciudadanos no se enterarán del cambio del actual sistema de aportación farmacéutica al nuevo copago.

"No percibirán el cambio porque se cruzarán los datos de la historia clínica con los de Hacienda y el paciente ya saldrá del médico con la receta correspondiente a la que se incorporará un color diferente para identificar a qué grupo pertenece y su contribución". El cruce de datos se traducirá en un código determinado para cada tramo que se reflejará en la receta.

La Conselleria de Sanidad no pudo ayer anticipar qué colores de recetas identificarán a cada colectivo: los que quedan exentos (parados que no cobran subsidio y personas con pensiones no contributivas), pensionistas con rentas inferiores a 22.000 euros (que pagarán hasta un máximo de 8 euros al mes), los que perciben más de 22.000 euros (hasta 18 euros) y los que ganan más de 100.000 euros (60 euros al mes), que hasta ahora tenían la prestación farmacéutica gratis con las recetas rojas.

Otros grupos serán las familias numerosas y la población activa que gana menos de 22.000 euros (que mantendrán la aportación actual del 40 %), los empleados que declaran más de 22.000 euros (que pagarán el 50 %) y los que ganan más de 100.000 euros al año (que pagarán el 60 %) que hasta ahora manejaban las recetas verdes.

También están los mutualistas cuyas recetas hasta ahora son de color azul y los enfermos crónicos que pagan una aportación reducida (2,30 euros por envase) y que según anunció la ministra, "quedarán igual que como estaban", cuyas recetas llevan un punto en el código de barras.

El conseller manifestó ayer que el nuevo copago es una medida disuasoria que servirá para evitar que "se tiren a la basura 414 toneladas de medicamentos al año".

500 millones de ahorro

Rosado informó que la aplicación del copago farmacéutico y del resto de ajustes sanitarios aprobados ayer por el Gobierno generarán un ahorro de 450 a 500 euros al año a la Generalitat Valenciana, no los 700 que se barajaban al principio.

Banda magnética

La conselleria de Sanidad informó ayer que mientras que algunas comunidades autónomas han sacado recientemente a concurso su tarjeta sanitaria con el requisito de que lleve incorporado un chip, las tarjetas de los usuarios de la Comunitat Valenciana no necesitan llevar este pequeño circuito integrado porque ya disponen de una banda magnética desde la que se podrá acceder a la historia clínica y a la información de la renta, sin necesidad de llevar la declaración de la renta u otro tipo de documentos en la cartera.

El departamento que dirige Rosado agregó que en cuanto la base de datos única del ministerio, que incluye la información poblacional de las comunidades esté preparada, se podrán cruzar los datos con los de Hacienda para actualizar la información de la renta de cada usuario. Asimismo, la conselleria ha indicado que con la banda magnética se podrá informar al farmacéutico del coste que el paciente pagará por su medicación.

"Cruzando los datos de Hacienda y de la historia clínica electrónica se podrán establecer las novedades de contribución que cada ciudadano tendrá que aportar en sus recetas", indicó la conselleria que destacó que la Comunitat Valenciana ya dispone de la tarjeta sanitaria individual con un código de identificación personal único y vitalicio para cada persona, que es el requisito indispensable para intercambiar la información de la historia clínica y de la receta electrónica. Y ahora también la de Hacienda.